Un mes completo ha tardado en resolverse el partido de la polémica entre el Atlético Pontevedra Féminas y Arousana B que fue suspendido el pasado 13 de marzo por una supuesta agresión del técnico Arousana al árbitro que desencadenó en una posterior trifulca en la que dos jugadoras pontevedresas acabaron expulsadas y con sanciones de 10 y 6 partidos, y el entrenador visitante también sancionado hasta el final de temporada. Además de un cruce de denuncias en la comisaría por parte de las dos partes implicadas en la reyerta.

La falta de acuerdo entre las dos partes para la reanudación del duelo, conllevó la decisión de la federación gallega de retomar los más de 20 minutos pendientes, y con 2-3 favorable a las de Vilagarcía, en un campo neutral como el de A Rapeira (Portas) y con la presencia de un delegado federativo.

Tras completarse los 90 minutos de encuentro, el marcador se movió con un gol más para cada equipo. Se adelantaron primero las Arousanas pero el Pontevedra consiguió recortar distancias para poner el definitivo 3-4.

Fin al trámite pues en un duelo en el que no se produjo ningún incidente pero en el que sí se vivió un clima de calma tensa entre uno y otro equipo, patente en el hecho de que ninguno de los conjuntos se saludó siquiera al finalizar la contienda. Cabe decir que el equipo pontevedrés disputó los 20 minutos restantes con nueve jugadoras por la expulsión de dos de las hermanas Torres antes de la suspensión.