El Pontevedra consiguió un punto en Pasarón ante un Sporting B que mostró los motivos por los que se está jugando la permanencia. Los granates, que no jugaron un buen partido, se vieron con el 0-1 muy pronto y cuando mejor estaban para tratar de remontar se quedó con uno menos por la expulsión de Borjas, una decisión arbitral que marcaría el tramo final del encuentro.

Probaba el Pontevedra un esquema diferente. Kevin dejaba el medio campo para situarse en el centro de la zaga, para dar libertad a Adrián y Verdú por las bandas y hacer la cobertura a las veces con cinco defensores, con Bello como enganche con Hugo y Borjas como delanteros. No le estaba saliendo bien a los granates, que ante un equipo que no era capaz de dominar la posesión, tampoco elaborar jugadas.

El partido no pintaba bien para el Pontevedra y una de las primeros acercamientos al área de los gijoneses llegaría el 0-1. El hombre más peligroso del Sporting, Mera, se hacía con un balón en tres cuartos del campo para lanzar un buen disparo desde el balcón del área al que no pudo llegar Edu con su estirada, viendo con la pelota entraba a su izquierda pegado al palo. El rojiblanco disparaba a placer, con calidad y libre de marca, al no salirle al corte ninguno de los cinco defensas y ni los mediocentros.

El gol llegaría como un mazazo para un Pontevedra que no se hacía con el balón. El experimento táctico acaba aquí, volviendo al sistema habitual. Kevin volvía al mediocentro, con Bello a la banda izquierda. Aun así le contestaba crear ocasiones y el Sporting B llegaba por ocasiones a encerrar la los granates en su campo. La situación obligaba a Luisito a hacer un doble cambio en el minuto 31 para no regalar el partido, dando entrada a Mouriño y Jandrín. Los señalados eran Queijerio y Bello.

En el 35 llegaría la ocasión más clara hasta el momento. En tres cuartos de campo, Álex se hacía con un balón de primeras que se iría a fuera pegado al palo a una buena altura. En el 40 tendría otra ocasión de peligro en sus botas Mouriño, con un tiro desde el borde del área que se marchó alto. En el último intento de la primera parte para empatar, Verdú enviaba directamente fuera un libre directo desde el borde del área.

Cabizbajos y con la grada enfada, el Pontevedra se iba al descanso con la sensación de reglar media hora al rival que tampoco ofreció mucho en ataque y con la necesidad de buscar una reacción en la segunda parte.

Costaba al Pontevedra arrancar en el segundo periodo, pero el Sporting no ofrecía nada. Después de dos buenas internadas de Jandrín por la izquierda, el balón llegaría a Hugo tras un saque de banda por un mal despeje de Julio. El andaluz colgaba la pelota que conectaría Álex en el área pequeña para hacer el tanto del empate. Corría el minuto 52 y las sensaciones que transmitía ahora el partido es que, con un Pontevedra a su nivel habitual, podría superar a su rival.

En el 62 los de Luisito sacarían su primer córner a favor, una muestra de lo porque que se había llegado al área rival en el partido, pero el encuentro se animaba y es que el Pontevedra se empezaba a dar cuenta de que en cuanto empezaba a combinar rápido entre jugadores podría superar con facilidad al filial rojiblanco.

Luisito optaba de nuevo por introducir más pólvora en el minuto 71 con la entrada de Jacobo por Bruno. Cuatro minutos tardaría en volver a ponérsele el partido en contra a los granates. El árbitro señalaba una falta de Borjas en el borde del área rival y, de forma rigurosa, le mostraba la segunda tarjeta amarilla, quedándose con uno menos en los últimos quince minutos cuando los granates se estaban viniendo arriba. La afición despedía al delantero granate entre aplausos. El equipo se quedaba con Jacobo como punta y Kevin de nuevo como central, y de nuevo, como en el inicio de partido, el Pontevedra quedaba como desnortado, sin ejercer el dominio que había empezado a realizar en la segunda parte.

Con los granates con uno menos, el Sporting daba un paso adelante, haciéndose, por primera vez en todo el encuentro, con el balón en el centro del campo y empezó a mover el balón con más criterio para tratar de llegar a la portería de Edu. Con las líneas adelantadas, el partido se rompía con un pase de Mouriño que dejaba a Hugo solo delante del portero rival, pero el jugador no llegaría a controlar.

El partido acabaría sin más ocasiones para uno y otro equipo, con un marcador que no es positivo para ninguno de los dos conjuntos. Los gijonenses se meten en los puestos de descenso mientras que el play-off se le complica al Pontevedra, quedándose a 11 puntos del Logroñés con cinco partidos por disputar, y mantiene por un punto sobre el Burgos la quinta posición.