El Cisne vendió ayer cara su derrota ante un clásico como el Alarcos Ciudad Real en el Quijote Arena (29-27). Los de Edín Covelo compitieron contra un equipo que tiene prácticamente asegurada la permanencia con los dos puntos conseguidos ayer, mientras que los pontevedreses se quedan coqueteando peligrosamente con el descenso, del que les separa un solo punto. El Cisne hizo trabajar a los locales y solo los últimos doce minutos de la primera parte no estuvieron a la altura. Al final, le faltó minutos para alcanzar la remontada.

Los de Covelo arrancaron bien el partido, con Carlos Pombo llevando el peso del partido (anotaría los tres primeros tantos de su equipo). La iniciativa poco les duró. En poco más de un minuto el Alarcos hizo un primer parcial de 0-3 que les puso por delante (5-3), que sería neutralizado por Iago Cuadrado y Pablo Picallo para volver a situarse uno por encima gracias a un gol de Fabián González (5-6).

El Cisne no llegaría nunca a superar los dos goles de ventaja y se mantuvo mandando hasta el minuto 18 (8-9), momento en el que llegó el bache para los de Edín Covelo. Se le hizo denoche al Cisne y encajaría un 4-0 para el 12-9 a falta de cinco minutos para el descanso. La exclusión de Pablo Vial permitió a los locales que ampliasen la distancia hasta el 15-10 para irse al descanso con un 17-11.

En la segunda parte llevaba la reacción por parte del Cisne y se acercaría hasta los 3 goles (26-23) con nueve minutos por jugar. Le tocaba a los locales defender y subieron en intensidad. A falta de tres minutos Moncho Gil hacía el 28-26 a falta de tres minutos y Pepe Camiña deja el marcador solo con uno de desventajar a falta de 28 segundos.

En la última jugada, el técnico rival pedía tiempo muerto para preparar la última jugada. Francisco Vidal hacía subir el definitivo 29-27 al marcador, terminando con las esperanzas del Cisne.