El Cisne se enfrenta al tramo de mayor dificultad del calendario en los meses de febrero y marzo después de encadenar cuatro derrotas consecutivas ante rivales "de su misma liga".

Los pupilos de Edín Covelo tienen por delante seis jornadas de auténtica dificultad antes poder medirse a un rival directo por la permanencia como es el Amenábar de Zarautz. Antes el cuadro cisneísta deberá verse las caras con Ciudad Real, Bidasoa, Valladolid, Antequera, Zamora y Palma del Río.

El equipo pontevedrés se encuentra en una posición delicada en la clasificación, un punto por encima del descenso pero Nava y Amenábar muy cerca de salir de esas posiciones y con un partido menos jugado, por lo que el margen de maniobra es prácticamente nulo y el Cisne deberá tratar de arañar algún punto en este Tourmalet si no quiere llegar con muchas urgencias a un final de liga en el que a buen seguro se jugará la permanencia.

Durante la primera vuelta los blancos fueron capaces de arañar un punto de este tramo del calendario al conseguir un trabajado empate en casa ante el Zamora. Ahora, la visita de Antequera en la primera semana de marzo se presenta, a priori, como la oportunidad más sencilla para lograr algo positivo. Valga decir que en este periplo de partidos de altura, el Cisne deberá enfrentarse a los cuatro primeros clasificados, rivales que en conjunto suman la mitad de derrotas que el equipo pontevedrés esta temporada.

El caprichoso sorteo del calendario a querido también que tras esta difícil serie de enfrentamientos, los jugadores que entrena Edín Covelo se jueguen la categoría en un mes de mayo que promete ser no apto para cardiacos, pues vendrán de forma consecutiva tres encuentros ante rivales directos para seguir un año más en la categoría de plata del balonmano nacional. Salir "vivos" del la difícil empresa que el Cisne tiene por delante, le dará al equipo ese plus de moral y energía necesario para afrontar el vital último mes de competición.

Tras diecinueve jornadas de liga disputadas, Guille Rial está siendo el jugador más destacado del equipo que preside Santi Picallo. El central fue la guinda al proyecto blanco tras su ascenso de este verano y llegó al equipo en agosto procedente del Seis do Nadal. Con 97 goles anotados, Rial forma parte del grupo de los diez máximos goleadores de División de Honor de Plata.