Pagó muy caro el Cisne su mala puesta en escena en el partido frente a Grupo Covadonga. Los gijoneses consiguieron pronto una cómoda ventaja de cinco goles, que supieron administrar pese a la mejoría pontevedresa en la recta final del partido que únicamente sirvió para maquillar el resultado y dejarlo en ese apretado 32-29 final, engañoso ya que el conjunto blanco no tuvo opciones en ningún momento del partido.

El equipo lastró su malos registros en defensa. Para el colmo, el equipo acabaría perdiendo a su portero, Pablo Galán, que se resintió de la lesión que arrastraba y que le convierte en seria duda para el trascendental partido de la próxima semana en el CGTD frente al Handbol Bordils. A eso se le unía la falta de acierto en los lanzamientos de siete metros, fallando los cuatro primeros penaltis de los que dispuso. Así, a los 11 minutos los asturianos ya ganaban por 9-4, una diferencia que mantendrían hasta el descanso (17-12). Tras la reanudación, las sensaciones no solo no mejoraban, sino que la ventaja de los locales aumentaría a 9 goles (23-14 en el minuto 38). Al final el Cisne pudo solo maquillar el resultado.