El Marín Ence Peixegalego escribe su nombre en los registros del baloncesto español con la consecución de su primer título nacional al vencer al Carrefour el Bulevar Ávila por 66-76. La afición que acudió a la ciudad castellano leonesa y la que siguió el partido desde Marín, con una pantalla gigante en la alameda, estalló de alegría con el pitido final y la localidad fue una fiesta.
El partido comenzó como de una final se espera, intensidad y acierto de cara a canasta para calentar motores y el ambiente en el pabellón Carlos Sastre. Navajas abrió el electrónico con dos triples que fueron bien contestados por su rival, en el que sorprendió la inclusión de inicio del lesionado Lobo, ausente en las pistas desde hace más de dos meses.
Los primeros minutos fueron de respeto por parte de los dos equipos, pero un parcial de 0-7 favorable al Peixe empezó a decantar el juego del lado visitante gracias al acierto de Green y del propio Navajas. La referencia anotadora del equipo, el estadounidense Gabe Rogers, permaneció inédito durante los primeros 10 minutos y acabó el partido sólo tres puntos.
Un 3+1 de Mbamalu frenó una situación en los últimos minutos del primer periodo que bien podría ser dramática ya desde el comienzo para los locales.
El segundo periodo certificó que el Marín Ence Peixegalego iba muy en serio. Los de Javi Llorente fueron el rodillo que ya habían demostrado ser en A Raña el sábado pasado y demostraron que no solo viven de su juego exterior con un grandioso despliegue por dentro de la pintura de la mano del pivot Antonio Pantin.
Tras un comienzo importante del Ávila con un 6-0 a su favor que puso a los locales por delante, el Marín empezó a calentar la muñeca para devolver y superar con creces este parcial y rebasar ampliamente la barrera psicológica de los 10 puntos antes del descanso.
El tercer cuarto fue el de la certificación de que el título copero se iba a ir a Marín. Javonte Green se echó el equipo a las espaldas desde el exterior para aumentar la renta visitante hasta los 19 puntos y dejar muy tocado a un Ávila que por momentos parecía noqueado y que estaba concediendo canastas fáciles a su rival mientras que en el otro lado del campo, la defensa marinense apenas concedía segundas oportunidades.
Las malas noticias no dejaron de crecer para los abulenses cuando finalizando el tercer periodo perdieron por faltas a uno de sus jugadores importantes en la pintura como Sebirumbi, facilitando mucho las cosas a un Pantin que estuvo soberbio en el juego en el rebote.
En el último cuarto los de David Mangas pudieron maquillar el resultado e incluso lograron meter el miedo en el cuerpo a los azules cuando a falta de un minuto para el final redujeron la diferencia en el marcador a ocho puntos. Pero su mala defensa posterior al no hacer falta durante el ataque del Peixe, permitió a los marinenses dejar correr el reloj para conseguir su primer título de la historia.
Antonio Pantín fue el MVP del partido con 15 puntos, 12 rebotes, 5 tapones y 5 faltas recibidas.
