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Frenazo a la progresión del Pontevedra

En un partido con poco historia, los de Luisito fueron incapaces de ver puerta

El Pontevedra tropieza en casa ante un sólido Cacereño que dio por bueno el empate en todo momento y no generó demasiado peligro. Los granates tuvieron una tarde infructuosa en ataque y acabaron con un único tiro entre los tres palos. La sorpresa saltó en el once con el descarte a última hora por lesión de Campillo en el centro de la defensa, por lo que Pablo ocupó su lugar en el equipo titular en detrimento de su compañero.

Primera parte fría, como el día en la ciudad del Lérez, el Cacereño comenzó el partido dominando y haciendo valer su superioridad física en el campo con jugador de mayor envergadura que los granates. La primera ocasión clara del partido llegó del lado extremeño. Pablo falló en un control y el pichichi de los verdes, Valverde, estuvo rápido para llevarse la pelota e iniciar un rápido contragolpe que culminó con un potente disparo desde la frontal del área al que Edu respondió con reflejos.

El cuadro pontevedrés fue recuperando la manija del duelo poco a poco y superada la media hora de juego comenzó a generar ocasiones sobre la portería de Vargas. Eso si, el tímido dominio que estaba ejerciendo se antojaba insuficiente para poner en aprietos a los visitantes. Los de Luisito trataban de generar ocasiones de peligro entrando por las dos bandas, pero los centros no encontraban rematador y los pocos disparos realizados tampoco encontraron el camino hacia la portería por lo que Vargas apenas intervino en el juego durante los primeros 45 minutos.

El primer periodo finalizó con tangana después de una fea entrada de Palero sobre Verdú que le acarreó la amonestación al lateral diestro de los verdes y también a Jacobo por la disputa posterior.

Como era de esperar, a Luisito no le estaban gustando las cosas y para la segunda parte introdujo desde el inicio a Pablo Carnero con el fin de sumar efectivos en la punta de lanza. Pero el cambio no introdujo muchas novedades con respecto a lo que se había visto hasta el momento y el partido volvió a carecer de fútbol y ocasiones claras en los 45 minutos restantes.

No parecía que las cosas fueran a acabar así cuando con apenas un minuto de partido jugado Jacobo dispuso de una buena ocasión para adelantar a los suyos con un potente disparo cruzado desde el carril del diez. Este fue a la postre el único disparo entre palos de los granates en todo el partido.

Con el Cacereño desaparecido de medio campo para delante, los lerezanos tomaron la posesión del balón y con Queijeiro llevando la manija del juego, buscaron sin suerte huecos donde poder hacer daño a los extremeños.

La ocasión más clara del partido la tuvo Verdú a falta de 20 minutos del final. Queijeiro puso un pase a la espalda de la defensa que el lateral izquierdo supo recepcionar para quedarse solo frente al portero, pero su definición no fue la mejor y su forzada vaselina no cogió buena dirección, sin que ningún compañero pudiese empujar la pelota a gol.

A falta de diez minutos para finalizar el encuentro, Luisito arriesgó introduciendo en el campo a Tomás y Anxo y dejando a su equipo con defensa de tres. Aunque el espigado extremo zurdo lo intentó desde su banda dándole profundidad a los suyos en un momento en el que Jacobo ya estaba demasiado fatigado para continuar encarando a Palero, el resultado parecía ya inamovible y el Cacereño se encargó de dormir lo que restaba de choque para que así fuese.

El Pontevedra no pudo, por lo tanto, beneficiarse de los empates de Racing de Santander y Cultural Leonesa para tomar ventaja en la tabla y sufre además dos importantes bajas de cara al encuentro de Tudela de la próxima semana como son las de Borjas y Verdú, que vieron ayer la quinta tarjeta amarilla.

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