El Pontevedra se enfrenta este domingo al Cacereño en el estadio municipal de Pasarón con el fin de, al igual que ocurrió hace una semana en Guijuelo, devolver la derrota de la primera vuelta de la competición a su oponente.

El equipo de Cáceres llega a este encuentro tras una semana en la que han podido resolver su problemática a la hora de conseguir el aval federativo para poder inscribir nuevos jugadores. Una situación a la que se llegó por la existencia de denuncias pendientes por impagos de jugadores que la temporada pasada vestían de verde.

La intermediación de Pedro Rocha, presidente de la Federación Extremeña de Fútbol, ha sido la clave para dar carpetazo a un problema que amenazaba con enquistarse y comprometer de forma severa la temporada del club, actualmente cuatro puntos por encima de las posiciones de descenso a Tercera División.

Solucionado esta situación, los extremeños podrán alinear, si su entrenador lo considera oportuno al central cedido por la Unión Deportiva Las Palmas, Ismael Athuman, que ya tiene su ficha en vigor tras un mes entrenándose bajo las órdenes del preparador Ángel Marcos sin poder ayudar a su equipo en el campo.

La situación del próximo oponente de los granates es complicada, con una plantilla corta a la que todavía deben reforzar más para no pasar apuros en la segunda vuelta y la importante baja de uno de sus hombres fuertes del equipo, el centrocampista Álvaro Ocaña, titular en la mayoría de los encuentros y ahora jugador del Marbella CF.

La suerte tampoco ha acompañado al Cacereño en el mercado veraniego, con la fuerte apuesta por dos jugadores procedentes de Brasil que no ha dado los frutos esperados, por lo que el sondeo del marcado lo centran ahora en el futbolista nacional con grandes limitaciones en lo económico.

En lo deportivo la situación tampoco es la ideal. Si bien se presentarán en Pasarón fuera de los puestos de descenso, el conjunto que entrena Ángel Marcos lleva cuatro partidos sin ganar, los dos últimos en su estadio y contados por derrota y lejos de su gente tampoco han logrado buenos resultados hasta la fecha.

La última vez que han conseguido los tres puntos fue precisamente en su única victoria como visitantes (1-3 en Aranda). A este resultado encadenaron después un empate en Tafalla ante el Peña Sport que les sirvió para dejar de ser el peor equipo visitante de la liga.

El gol es otra de las asignaturas pendientes de los cacereños, pues con 17 goles a favor son junto al Sporting B el segundo equipo menos goleador del grupo y sólo han hecho un tanto en sus últimos cuatro partidos, fruto de la carencia que los verdes tienen en esta zona del campo al no disponer en su plantilla de ningún delantero centro nato.