Jugar en casa es a menudo un factor determinante en el fútbol, una circunstancia que de la que no se está aprovechando el Xuventú Sanxenxo. El equipo no está sacando provecho de Baltar de Arriba desde la victoria por la mínima lograda el pasado 18 de octubre, en la jornada 9. Desde entonces, los amarillos suman tres derrotas y un empate en su campo, una trayectoria que les ha llevado a ocupar un incómodo décimo cuarto puesto, solo con cinco puntos de margen con el descenso.

Precisamente esta tendencia es la que espera cambiar el equipo esta tarde (16.30 horas) ante un Estradense. Será en un partido a cara de perro a tenor del buen estado en el que se encuentra el rival, que ocupa el tercer puesto que le permitiría luchar por el ascenso en el play-off, y a solo un punto de la segunda plaza que le permitiría subir directamente a Tercera División.

Tras un inicio de temporada irregular con Salva Tomé, el Xuventú Sanxenxo destituía al entrenador para dar paso a un nuevo ciclo de Óscar García, que volvía a retomar las riendas de un equipo con el que consiguió un histórico ascenso a Tercera en la temporada 2013-14. Tras cambiar el técnico los amarillos lograban conseguir 8 puntos de 18 posibles. Los malos resultados como local penalizaron al equipo, que al fin lograba puntuar ante el Atios tras dos meses contando por derrotas todos los partidos disputados en Baltar de Arriba.

Precisamente eran los puntos como visitante los que permiten al Sanxenxo no ocupar posiciones de descenso. Tras la jornada 9, los sanxenxinos lograban solo vencer en dos encuentros (en los campos del Ourense y el Cultural Areas) y empatar contra el Portonovo, Lalín y Atios. La situación contrasta con la de un Estradense que desde la jornada 9 ha sumado seis victorias (USD Grove, Ourense, Atlético Marcón, Atios, Cultural Areas y Domaio), dos empates (Portonovo y Lalín) y tan solo una derrota en el que fue el último partido del 2015, ante el Caselas, un equipo que es un rival directo del Sanxenxo en la lucha por los puestos de comodidad.