El presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, se reunió ayer en el concello de Pontevedra con el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, para acercar posturas en torno a la celebración en la ciudad del Lérez del Campeonato Mundial de balonmano Junior del año 2019.

Pontevedra ya acogió a finales de los 80 esta competición con gran éxito deportivo y de asistencia, por lo que desde la Federación se piensa en volver a repetir el éxito de antaño.

El principal obstáculo para que Lores de una respuesta definitiva a la acogida de esta prueba radica en las fechas, del 23 de julio al 4 de agosto, momentos de temporada alta y fuerte ocupación hotelera que no convencen del todo al gobierno local.

Dicho evento no se llevaría a cabo en ningún caso de forma íntegra en Galicia pues León se postula como otra sede clara. En ese sentido Pontevedra acogería sólo a doce equpos o a seis en el caso de compartir sede con Vigo, una opción todavía por discutir entre los concellos pontevedreses durante el próximo mes.

Sabedores del contratiempo que puede llegar a causar en cuanto a ocupación de hoteles para los turistas de la ciudad, la federación ofrece a Pontevedra un torneo de contrapartida en el 2018 durante un mes de temporada baja como enero. El Campeonato de España de Selecciones Autonómicas de 2018 de categorías de infantil a junior, que atraería a cerca de 2.600 deportistas a la ciudad, con todo el arrastre de familiares que un evento de estas características ofrece.

Si esto no fuera suficiente, Blázquez tampoco cierra la puerta a que ese mismo 2018 se dispute también en suelo pontevedrés el Torneo Internacional Domingo Bárcenas, un evento en el que participa la selección española absoluta, y que se celebra también en el mes de enero.

El alcalde pontevedrés aseguró estar valorando la posibilidad y dar una respuesta definitiva a la Federación en un plazo de mes y medio.