Suma y sigue. El Marín Ence Peixegalego sigue enrachado. El que es el equipo más en forma de la liga con cinco victorias consecutivas se impuso ayer ante un Covirán Granada con el que no tuvo piedad. El resultado final de 88-68 se queda corto para reflejar la superioridad que ayer tuvo el Marín sobre la pista, y que los visitantes solo pudieron maquillar en un buen último cuarto con los locales con una defensa a ralentí.

El encuentro empezaba con un dominio por parte de los locales con un Granada que no se quería desprender en el marcador a primeras de cambio y que vio como los locales le metían en poco más de un minuto un parcial de 7-0 en poco más de un minuto para devolver al los visitantes a la realidad. Con un acierto de todos los jugadores del Marín, Green y Rogers tiraban del marcador en los minutos iniciales para llevar el marcador a un 14-6 peligroso para los intereses de los andaluces, que sin embargo a base de la defensa lograría reducir la diferencia al final de los 10 minutos. A la reanudación, de nuevo la machada del equipo local con protagonización coral para llegar al descanso rompiendo el partido con 22 puntos de margen.

Continuaría la sangría tras la reanudación. Con una gran defensa dejaban a 9 puntos los anotados por los visitantes en el tercer cuarto para llegar al tramo final con una ventaja de 32. Sin mucho que hacer, el último cuarto fue para el espectáculo ofensivo, con un los rivales tratando de reducir lo máximo posible la diferencia.