El Arxil se impuso anoche el derbi contra el Celta Zorka por un contundente 38-54 en un partido marcado claramente por las faltas. El choque fue definido por la entrenadora de las verdes, Maite Méndez, como "raro" y es que además de salvar la gran defensa, las pontevedresas jugaron unos gran primeros 10 minutos en los que lograron dispararse en el marcador al lograr un parcial de 7-27 que dejaba muy tocadas a las locales.

Era un choque complicado para las locales, que ya llegaban con una mala racha de resultados en la liga en la que son cuartas por la cola tras sumar ocho derrotas en diez partidos. Heridas en su orgullo por el mazazo de las pontevedresas en el derbi, el Celta intentó acercarse en el marcador en el segundo cuarto.

Las que fueran armas importantes para el Arxil en el devastador primer cuarto, Yanique Gordon y Skye Rees, tuvieron que sentarse en el banquillo antes de cumplirse la mitad del encuentro al acumular la primera cuatro faltas personales y la segunda, tres. La sensación es que es se pitaron faltas que se llevaban tiempo sin ser señaladas debido a la rigurosidad arbitral.

Con ellas dos fuera, el Celta trató de echar abajo el gran trabajo de las visitantes en el primer cuarto a base de aumentar la defensa, especialmente en la línea exterior, donde el Arxil mantenía el dominio. Con tanta presión, el equipo empezó a rotar, pero aún así costó mantener el nivel del comienzo, hasta el punto en que la anotación de las pontevedresas cayó hasta el 38-54 final.