El portero del Cisne, Toño Lafuente, ya cuenta los días para poder estar disponible para su equipo después de ser intervenido ayer de su lesión de rotura del ligamento cruzado anterior en el hospital Domínguez.

El jugador, pieza clave en el comienzo de la liga, cayó lesionado en el pasado 24 de octubre durante el choque que su equipo jugaba ante el Atlético Valladolid, cual el encuentro se encontraba en el tramo final. La operación ha sido un éxito y el cancerbero espera poder obtener el alta médica mañana para, si los doctores se lo permiten, acudir al pabellón del CGTD para presenciar el encuentro de sus compañeros ante el Amenábar, cita directa por la permanencia para la que el Cisne ya ha pedido el apoyo de toda la afición ante lo trascendental del choque.

Al guardameta le queda por delante una larga recuperación que verá su parte final previsiblemente en el mes de abril, cuando la liga de División de Honor Plata afronte el final de competición. Lafuente, que decidió prolongar su estancia en el cuadro pontevedrés esta temporada para defender la portería tras haber conseguido el ascenso el curso pasado, decidió posponer un año la decisión de retirarse, una decisión que no ha cambiado pese a la lesión.

En su ausencia, Pablo Galán, está siendo el encargado de ponerle las cosas difíciles a los atacantes rivales en las últimas tres jornadas en las que el club blanco ha cosechado dos derrotas fuera y un meritorio empate en casa ante el Zamora.

Para este sábado (17.30 horas), el veterano portero espera que sus compañeros consigan la victoria ante un rival que ocupa la última plaza en la clasificación. El Cisne, por otro lado, no consigue los dos puntos desde el debut en la competición a comienzos del pasado mes de septiembre, ante Alcobendas.