Poco fútbol el que ofrecieron el Pontevedra y el Sporting B en Mareo. Los granates viajaban con la intención de prolongar su racha de resultados ante un filial rojiblanco que se está mostrando muy irregular en este arranque de temporada. Sin un dominador claro, el encuentro terminó con un reparto de puntos que sabe a poco a los granates ante las ocasiones falladas y con una jugada polémica a los 10 minutos, con un gol anulado al estimar el árbitro que había sido en un fuera de juego muy discutido por los granates.

El primer aviso lo dio el ex-oviedista Jandrín en el minuto cinco, y solo cuatro minutos después llegó la jugada polémica del partido y que pudo cambiar el devenir del encuentro. Verdú aprovechaba un rechace de Dennis para enviar de un testarazo el balón al fondo de las mallas, pero el colegiado invalidaba el gol al entender que había fuera de juego anterior.

El Pontevedra controlaba el partido a su antojo ante un Sporting B que aguantaba sin conceder ocasiones claras al cuadro de Luisito. Los locales lo intentaban en alguna contra y en el minuto 17 con Pablo Fernández rematando fuera un buen pase de Mario Arques.

El partido comenzó a estar más equilibrado, con el Pontevedra presionando muy arriba y con imprecisiones por parte de ambos combinados. Hubo ocasiones para que el electrónico fuera inaugurado por los granates, pero con el empate inicial se llegó al descanso.

El paso por vestuarios no cambió la decoración del partido. En el primer minuto de juego lo intentó Carnero con un cabezazo desviado a centro de Jandrín.

El partido tenía poco ritmo y solo la entrada de Mendi dio algo de mordiente a los locales. Poco después se sucedía la lesión de Pablo González, que de no contar con Luisito pasó tener minutos en los últimos partidos y deberá recuperarse para seguir en la lucha por los minutos. La lesión se producía cuando estaba siendo uno de los mejores.

No sería el único problema físico que sufría el Pontevedra. Kevin Presa afrontaría el tramo final de partido con molestias musculares. Con toda esta guisa, el Pontevedra perdía el balón y fueron los locales lo que pasaron a dominar los últimos 20 minutos de partido, aunque carecieron de remate como los granates, exceptuando una ocasión de Álvaro Bustos, que se entretuvo y se anticipó un defensor cuando iba a rematar en el área chica.

En los último minutos volverían a quejarse los granates de una acción arbitral, al estimar que perdonó en dos ocasiones muy claras la segunda amonestación al jugador local Cyril, pero lograron un punto y quizás por juego y dominio tuvieron opciones de conseguir algo más que su rival, que no llegó a disparar a puerta entre los tres palos.