El Pontevedra ha apostado por la continuidad en su bloque esta temporada en Segunda B, por lo que los retoques en la plantilla que han configurado entre Luisito t Roberto Feans han sido los justos para mejorar lo que había y cuadrar las cuentas ante el escaso presupuesto con el que el equipo parte este año.
Siete fueron los refuerzos que se han hecho para el retorno a la división de bronce del fútbol español y a falta de un choque para que se cumpla un tercio de temporada las novedades granates se encuentran en situaciones totalmente opuestas en cuanto a su participación en el equipo.
Cuatro son los hombres que desde el primero momento han gozado de la confianza de su entrenador y semana tras semana ocupan un puesto en el equipo titular. Álex Fernández y Ramón Verdú han sido titulares en todos y cada uno de los partidos de la competición doméstica siendo pieza importante en el juego. El lateral zurdo es incluso uno de los tres miembros de la plantilla que aun no han sido sustituidos junto a Kevin Presa y el guardameta Edu.
En la faceta más ofensiva están Borjas Martín y el extremo Jandrín, también fundamentales en el juego y el ritmo que Luisito quiere imprimir a sus equipos por su movilidad y velocidad. Mientras el canario encadena once titularidades consecutivas (sólo se perdido por sanción el primer partido de liga ante el Guijuelo) el ex del Real Avilés ha tenido minutos en las 12 jornadas ligueras, siendo suplente únicamente en el encuentro de Cáceres para dar entrada a Pablo Carnero.
Cabe destacar que tres de los cuatro fichajes que son titulares en este primer tercio de liga, ya se han estrenado de cara a puerta. Los ocho goles anotados entre todos los fichajes del equipo suman el 57% del acierto de cara a puerta de los granates este año, siendo Borjas el jugar que lleva en este curso el peso goleador al convertirse en el máximo artillero pontevedrés con 6 dianas.
En la otra cara de la moneda se encuentran los jóvenes Miki y Álvaro Queijeiro, dos jugadores que han desaparecido de las convocatorias del club en las últimas jornadas en favor de otros compañeros como Anxo o Pedro García. Frente al cartel de imprescindible de sus compañeros recién llegados, Miki y Queijeiro forman parte de la terna de jugadores de campo que menos minutos han disputado este curso.
Mientras Queijeiro, fruto de la cantera deportivista, acumula 90 minutos en forma de una titularidad y otra suplencia ante Tudelano y Lealtad, respectivamente. Miki, quien que llegó procedente del Rápido de Bouzas suma apenas media hora sobre el césped en las tres apariciones que acumula saliendo desde el banquillo ante Guijuelo, Cacereño y Rácing de Ferrol. Estos números le convierten en el jugador de campo con menos minutos en lo que va de campaña seguido de Tubo y del propio Álvaro Queijeiro.
Ambos futbolistas comparten también mal fario en cuanto a las lesiones pues Queijeiro se perdió varias jornadas por lesión que le impidieron entrenarse con normalidad junto a sus compañeros y tras algunas semanas apartado de la lista de 16 convocados, Luisito volvió a contra con él para el choque de Tafalla, si bien tuvo que ver el partido desde el banquillo de los suplentes.
Miki, por su parte, se encuentra en estos momentos con molestias en el músculo recto anterior que le impiden ejercitarse al mismo ritmo que los demás desde la pasada semana, por los que tienen difícil reaparecer en esta jornada.
El lateral derecho procedente del filial del Celta de Vigo Miguel Loureiro es el séptimo de los hombres recién llegado al seno granate y el único jugador de la plantilla además del portero suplente Sergio Lloves, que todavía no ha podido debutar en Segunda B.
Si bien su caso es distinto al resto de sus compañeros novicios en el club, pues al tener ficha con el filial, puede desarrollar su fútbol con el Pontevedra B en Primera Autonómica cuando las lesiones así se lo han permitido. El defensor, que hizo la pretemporada con el primer equipo, ha disputado con el filial cinco encuentros, todos de titular y sin haber sido sustituido y lleva anotados dos tantos.
Además de la pretemporada, Loureiro pudo jugar los 90 minutos en Guijuelo en el partido que significó la eliminación del Pontevedra de la Copa del Rey.
