El Racing de Ferrol se impuso con contundencia al Cacereño (4-1) en el partido disputado en el estadio de A Malata. Un triunfo trabajado ante un rival que jugó a ráfagas. Tres de los goles locales llegaron en jugadas a balón parado. Uno de ellos fue en propia meta de Mansilla. Los ferrolanos fueron muy superiores a su rival, y tras este triunfo holgado junto a los resultados registrados en esta jornada, los pupilos de Miguel Ángel Tena salen reforzados como líderes del grupo y con más puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.

El partido comenzó francamente bien para los locales, pues en el minuto 6, un saque de esquina lanzado por Pablo Rey, fue cabeceado al fondo de la red por Borja Domínguez en el primer palo, tras un error de marcaje muy grave de la defensa extremeña. El partido estuvo algo descontrolado tras el gol. Ninguno de los equipos se hizo con el mismo, y este iba de un lado al otro del campo sin control. En la primera aproximación con peligro del Cacereño llegó el tanto del empate. Los verdes no cesaban en sus intenciones, y pusieron cerco a la portería del Cacereño. El hambre de gol de los departamentales dio sus frutos en el minuto 23 de la mano de Mansilla, que enmienda su error en el gol visitante. Los extremeños se vieron sorprendidos por un Racing que lejos de conformarse con el 2-1 quería más. Tanto que en el 33 el canterano Heber envió un chutazo imparable desde fuera del área y sorprendió a Vargas que nada pudo hacer por evitar el tanto.

El segundo tiempo comenzó exactamente como el primero. Un fútbol sin mucho control y sin un dominador claro. Ambos buscaron la portería contraria, pero en esa tesitura el Racing estuvo más acertado.