Luisito Míguez, entrenador del Pontevedra, se mostraba "muy contento con el resultado final" de "un partido muy complicado, de muchísima intensidad y muy disputado. Ellos son muy duros y complicados, además nos quedamos con diez injustamente, nos pitaron un penalti injusto y tuvimos la fortuna de que la mandaron al larguero".

Aunque al ser preguntado por las dos amarillas a Campillo su expresión cambió radicalmente, "de la expulsión no entiendo nada, creo que pitan un fuera de juego pero le hacen falta a él y el jugador coge la pelota y sin decir nada el colegiado le expulsa. Si ya tenía una amarilla cómo va a perder tiempo, no es para expulsarle ni mucho menos". Acto seguido Luisito recordaba que "antes no me quejaba cuando perdíamos porque yo le tengo mucho respeto a los árbitros, pero ahora me quejo cuando ganamos. Eso no puede pasar, qué se equivoquen en las dos direcciones pero sí siempre es en una dirección".

Otro error de los árbitros en opinión de Luisito estuvo en la pena máxima. "El penalti fue increíble, no puede ser. El penalti sólo fue una disputa cuerpo a cuerpo, a mí no me los pitan así en Pasarón. El penalti fue de risa". En ese sentido, apuntó la intensidad del equipo y recordaba a los que hablaban de que sería un partido fácil ante el colista "ellos empujan mucho y ahora entiendo que Racing de Santander y Lizarra no ganaran aquí".

El preparador gallego si se sentía satisfecho porque "ellos tienen mucha intensidad y es muy complicado. Estoy muy contento porque el equipo ha hecho un grandísimo trabajo".

Al ser preguntado por cuestiones clasificatorias y más con los resultados de esta jornada, el entrenador visitante comentaba que "esta Liga está súper igualada y hay que darle el mérito que tiene a mis jugadores porque ganar tiene mucho mérito en esta categoría". Con 19 puntos en su haber, el técnico apuntaba que todo puede pasar en el grupo. "Hay puntos para todos... muy poca diferencia entre los equipos", comentaba antes de comentar que ya piensa en el Izarra y asegura "que va a volver a ser un partido complicado.