Adrián Mouriño fue el artífice de la victoria pontevedresa en la tarde de ayer con dos goles y un equipo a cuestas para que el conjunto granate culminase en la segunda mitad un partido que el Astorga había dominado en los primeros 45 minutos ante un inoperante Pontevedra, que no fue capaz de generar ocasiones en ataque y concedió demasiadas facilidades en defensa.

Como era de esperar, Luisito apostó por darle continuidad al once que le dio a su equipo dos triunfos consecutivos ante Coruxo y Racing de Santander, con la novedad de que para este encuentro también repitió a los cinco integrantes del banquillo.

El choque comenzó con una buena ocasión de Ivi Vales que obligó a Edu a intervenir después de que la zaga granate permitiese al atacante del Astorga recortar y disparar cruzado desde dentro del área.

El cuadro maragato, más metido en el encuentro, fue el que llevó el peso del encuentro durante los primeros 45 minutos con una línea de mediapuntas muy activa que superó en varias ocasiones a la defensa pontevedresa.

Por parte del Pontevedra solo Álex Fernández se atrevió a acabar las jugadas, pero siempre mediante disparos desde fuera del área que Ricky detenía sin dificultades. El equipo de Luisito adoleció de profundidad e ideas en los últimos metros para encontrar espacios en la muralla defensiva rival.

El delantero del Astorga Roberto Puente fue el protagonista de las dos últimas ocasiones de su equipo en la primera parte. La primera de ellas con un fallo clamoroso en el que delantero se aprovechó de un error de Adrián en la marca para plantarse sólo frente al portero, pero el atacante se llenó de balón, envió su disparo desviado, y no vio al compañero que le acompañaba en la jugada libre de marca.

El propio Roberto Puente no perdonó en la jugada siguiente y, tras verse beneficiado de un balón a la espalda de Campillo, tuvo tiempo suficiente para controlar la pelota y batir a Edu a falta de poco más de cinco minutos para el descanso.

El Pontevedra pudo irse con empate al descanso, pero Jacobo no acertó a enviar entre los tres palos un buen pase de Álex Fernández entre líneas que el de Bueu golpeó de primeras desviado. Dos minutos después llegó la jugada de la polémica cuando el árbitro no señaló un derribo de Jandrín dentro del área que hubiese supuesto la pena máxima y la segunda tarjeta amarilla para Cristian.

La segunda mitad comenzó de la misma forma que la primera, con susto. El Astorga volvió a hacer daño y a rondar el gol con un remate de cabeza de David Bandera que se marchó desviado por pocos centímetros.

Metamorfosis granate

Pero la suerte granate ha cambiado en las últimas semanas, y la puntería que no se estaba teniendo al comienzo de la temporada cuando el equipo dominaba, la tuvo Mouriño en esta ocasión para hacer el empate con un potente disparo con la pierna derecha que hizo imposible la estirada de Ricky.

Hubo un antes y un después del empate, y los pupilos de Luisito mejoraron sus prestaciones en ataque en la segunda mitad tras el gol, presionando y generando ocasiones para culminar la remontada tratando que el Astorga se empezase a echar atrás para mantener el punto. Al filo de la hora de encuentro el estadio de Pasarón volvió a reclamar penalti en una clara mano de un zaguero maragato dentro del área que el colegiado no vio. El Pontevedra, a lo suyo, siguió generando ocasiones. Primero Carnero, tras un buen pase de Borjas, y después Kevin de disparo lejano tras una jugada de estrategia, rondaron la remontada.

Un resultado que no se volteó hasta dos minutos del final cuando otra vez Mouriño de disparo raso culminó una gran jugada de Pedro García quien volvió a cuajar un gran encuentro tras salir desde el banquillo.