Siete derrotas consecutivas por la mínima a domicilio acumulaba el conjunto granate hasta acabar ayer con su gafe en El Sardinero. Pedro García, que ejerció de revulsivo en la segunda parte, y Verdú certificaron el triunfo de los de Luisito en un partido del que el Racing sale muy malparado. El mediocentro adelantó al Pontevedra tras un error defensivo local. Verdú, en un gol de pillería, sorprendió a Sotres en un libre directo desde 35 metros.

Tras ganar en Gijón, los de Pedro Munitis querían mantener su racha de victorias consecutivas agravadas por la sanción de 6 puntos que la FIFA ha obligado a realizar a la REEF mientras que el Pontevedra intentaba dar continuidad a su gran victoria del pasado fin de semana frente al Coruxo.

El partido comenzaría con igualdad. El Racing intentó hacerse con el control del partido, pero el Pontevedra, muy bien plantado en el terrero de juego, creó problemas a la zaga cántabra. La primera llegada a portería fue para el Pontevedra, que tras un error de la defensa del Racing remataba fuera, por mediación de Kevin Presa Los de Luisito tenían la pelota y el Racing corría tras el balón como pollo sin cabeza. Acto seguido, el Racing consiguió hilar una bonita jugada por su banda izquierda entre Iñaki y Artiles que terminó rematando Fede fuera.

Los gritos de Luisito a sus jugadores se hacían patentes en la banda de El Sardinero buscando que sus pupilos apretaran la salida de balón del Racing cerrando las líneas de pase de los centrales verdiblancos a sus dos mediocentros. La idea del técnico gallego surtía efecto y tanto Mikel como Alain buscaban el balón largo a Dioni y Hevia.

Tras un error garrafal de Iñaki en la salida de balón pudo llegar el gol del Pontevedra, pero Jacobo definió mal con todo a su favor. La presión de los delanteros gallegos funcionaba y el Racing sufría de lo lindo para hacer circular el balón. Poco después los granates volvieron a la carga. Borjas probó fortuna con un disparo desde más de 40 metros que obligó a emplearse a fondo a Sotres. El Sardinero pitaba a sus jugadores y el Pontevedra se encontraba como pez en el agua.

Arrancó la segunda mitad con los de Munitis más enchufados tras la bronca del técnico del Pesquero en el vestuario. Así las cosas, llegó el primer acercamiento cántabro poco después del pitido del colegiado. Munitis movía el banquillo entonces dando entrada a Cerro en lugar de Hevia para buscar más mordiente y calidad en ataque. El Racing intentaba llegar por los costados con Artiles y Migue, pero la defensa gallega se mantenía firme con una muy buena pareja de centrales para esta categoría.

La primera gran ocasión del Pontevedra en la segunda mitad llegó con un disparo potente de Campillo, tras una dejada de Pedro García, que pegó en el palo cuando las gradas ya se temían lo peor. El que si iba a dar en la diana sería Pedro García poco después de saltar al terreno de juego. Lo hizo tras un despiste de la zaga racinguista en un remate de cabeza desde el área pequeña que se coló por el primer palo de Sotres.

El Racing buscó la reacción tras el gol de Pedro y Munitis ordenó mover más rápido la pelota a sus jugadores. La entrada de Peña y posteriormente de Cerro no surtió efecto. Llegó entonces el segundo del Pontevedra. Verdú vio adelantado a Sotres en una falta y con una preciosa parábola le batió por alto.

A partir de ahí el partido entró en una fase alocada. Un arreón del Racing sirvió para que Artiles en jugada individual fuera derribado dentro del área y el árbitro pitara penalti. Dioni marcaba el 2-1 desde los once metros y ponía la incertidumbre a los minutos finales, en los que el Racing cargó con todo pero lo más cerca que estuvo del empate fue cuando el colegiado le anuló un gol por un claro fuera de juego de Isma Cerro.