Se confirmó que la salida a Estella era muy complicada y un Coruxo con sensibles bajas (los zagueros Luciano y Jon Vega y Maxi en ataque) no pasó del empate sin goles en un partido con mucho juego en el centro del campo y escasas ocasiones de gol. Ayer, los de Rafa Sáez se quedaron a cero y no exhibieron su capacidad goleadora ya que se impuso el poderío físico de un Izarra que maniató a los puntas vigueses. En definitiva, Izarra y Coruxo empataron sin goles en Estella en un encuentro en el que las dos mejores ocasiones, una por equipo, llegaron en el primer minuto y en el último, curiosamente, aunque los porteros estuvieron acertados para poner el cerrojo. El punto sumado permite a los dos equipos seguir en la zona alta de la tabla después de cinco jornadas.

El equipo navarro fue el que puso el peligro, mientras que los vigueses dominaron el balón durante buena parte de un encuentro que comenzó con una inmejorable ocasión para los locales. A los 50 segundos un balón servido desde la medular lo recogió Lizarraga, que se sacó un duro disparo solo ante el portero. Brais aguantó la posición para hacer una enorme parada que evitó lo que hubiera sido un duro palo para los visitantes. Al cuarto de hora fue Briñol quien casi sorprende a Brais y después la tuvo Bruno, pero no acertaron a disparar entre los tres palos. Poco a poco el Coruxo se fue haciendo dominador del encuentro, pero apenas causó peligro en el área navarra. Un disparo fuera de Armentano (minuto 34) fue todo el bagaje ofensivo en los primeros 45 minutos. Por parte de los estelleses, Garrido pudo adelantar a los suyos antes del descanso, pero pegó mal a la pelota, que se fue desviada.

Tras el paso por los vestuarios, el Izarra, que sí echó de menos la referencia ofensiva de Pito (ausente por sanción), tuvo un arranque prometedor con hasta cuatro llegadas con peligro en apenas cinco minutos. En el 48, tras un centro de Bruno, que estuvo muy activo toda la tarde, Cabrera cabeceó alto cuando Brais se había quedado a media salida. Un minuto después fue Garrido quien disparó fuera y el 50, otro gran centro de Bruno estuvo a punto de ser rematado primero por Garrido y después por Julen Goñi.

En los últimos 25 minutos los vigueses se vinieron arriba, aunque les costaba mucho crear ocasiones claras ante una defensa bien plantada y que no se complicaba en los despejes. En cambio, el Izarra encontraba el peligro con más facilidad y Bruno no acertó a controlar un centro que hubiese significado una ocasión inmejorable. Precisamente en otro ataque navarro se lesionó Cristóbal cuando se tiró con todo para taponar el duro disparo de Julen Goñi (minuto 78). Tuvo que ser retirado en camilla y su sustituto, Ángel Bastos, fue el protagonista en el tiempo de descuento. Un disparo suyo en el minuto 92 fue desviado por Aitor, pero el balón acabó golpeando en el palo y se paseó por la portería navarra sin que ningún jugador visitante llegase para meter la pierna, lo que les hubiera dado tres puntos de oro. La parroquia local respiró con alivio ya que tampoco hubiera sido justa una victoria del Coruxo.