El Pontevedra volvió a echar en falta pegada el pasado miércoles en Guijuelo y eso le costó la eliminación de la Copa del Rey, una competición a la que volvía tras cuatro años de ausencia a su paso por Tercera División. Un mal endémico, el del gol, que se repite en este comienzo de temporada. Si bien en los dos primeros partidos de liga las expulsiones lastraron la continuidad del juego de los de Luisito, el equipo volvió a acusar antes de ayer una alamarte falta de gol ya sin el atenuante de jugar con un jugador menos.

La mala racha no viene de ahora, y es que durante el pasado playoff de ascenso, los granates contaron sus tres partidos fuera de casa con un balance de cero goles anotados. De hecho, los granates no cantan gol lejos de Pasarón desde la jornada 37 del curso pasado, cuando el 10 de mayo empataron a uno en campo del Alondras.

Para poner remedio a esta situación, los atacantes ya ponen su punto de mira en el rival del próximo domingo. Durante la pretemporada, el nuevo pistolero granate, Borjas Martín, demostró su olfato anotando 6 goles. El canario ya dejó huella el año pasado de su instinto en la categoría de bronce, cuando ayudó con 14 tantos a asegurar la permanencia del Astorga. Por su parte, Pablo Carnero, viejo conocido de la afición, parece acercarse a su mejor estado de forma con el paso de los partidos, aunque frente al Tudelano tendrá que ver el partido desde la grada tras ser expulsado en Cáceres. Además está Miky, el joven de 18 años que llegó este verano procedente del Rápido de Bouzas y en quien se depositan muchas expectativas de futuro.