Paso de gigante del Teucro en su camino al ascenso. Aunque estaban dos puntos en juego, el partido de ayer ante el Atlético Valladolid no era un encuentro cualquiera. En frente estaba un gran equipo y se notaba en el ambiente la grandeza del encuentro. Fue un choque con muchos decibelios por parte de una afición que respondió a la llada del Teucro, registrando la mejora entrada de la temporada en el Pabellón Municipal. El equipo respondió realizando un partidazo, rozando la perfección en la segunda parte lo que permite dejar el ascenso muy bien encarrilado.

Empezó muy metido el Teucro en los primeros minutos. Los locales parecían poder encarrilar el partido firmando un parcial de 3-1 en cinco minutos para poner el marcador en 6-3 en el minuto 9, situación que cortó el técnico del Valladolid con un tiempo muerto. A partir de ahí el rumbo del encuentro giró bruscamente en contra de los intereses del Teucro, pecó en precipitación. Fernando Hernández, a sus 42 años, estaba intratable para la defensa teucrista que resistía algunos ataques gracias a la intervención de Amérigo.

El Teucro fallaba balones fáciles: primero por el acierto César Pérez, que respondía las paradas de Amérigo con un recital de intervenciones y luego por los palos. La falta de acierto impacientó a los locales que se fueron al descanso con un parcial de 10-3 en contra en los últimos 11 minutos, una ventaja que llegó a ser de cuatro.

A la reanudación, la afición llevó en volandas a un equipo que apenas estaba resistiendo en ataque gracias a un Dani Hernández, enorme en ataque, que compartió protagonismo con Víctor Rodríguez, que fue el mejor del encuentro. Poco a poco el Teucro fue recuperando la confianza en las acciones ofensivas y subieron un par de puntos en intensidad defensiva, logrando hacer unos segundos treinta minutos totalmente memorables.

Las diferencias se redujeron hasta el 16-16 en el minuto 39 de partido. El Teucro había subido la marcha y no había quien los pasara. Pumar secó a Fernándo Hernández, cogiendo el relevo en el conjunto Roberto Pérez, una pesadilla para los azules, hasta que Víctor Rodríguez puso por delante al Teucro después de muchos minutos (18-17 en el minuto 43). A partir de ahí, García Pichel y, sobre todo Hernández y Moledo ampliaban la ventaja hasta el 25-21 a falta de cuatro minutos. Las últimas jugadas transcurrieron bajo las jaleadas de la afición, que ya respira ambiente de ascenso a liga Asobal.