El Marín tendrá que esperar al menos otra jornada más para estrenar su casillero de puntos. Creyó poder hacerlo ayer en su cita contra el Sporting Guardés, un duelo que se vivió igualado por momentos pero que definitivamente se decantó en los últimos minutos a favor de los visitantes.

El conjunto local comenzó con buen pie y anotó el primer tanto en el minuto 6 por medio de Manuel Veiga. Pero las ilusiones iniciales se desmoronaban muy rápido. Ni siquiera cinco minutos más tarde el adversario ya le había dado la vuelta al marcador. Lomba, con dos goles seguidos en el 9 y el 10, ponía a los suyos por delante.

La cita se tranquilizó y dejó de lado esta vorágine goleadora de los instantes iniciales. Así, no fue hasta el segundo tiempo cuando volvieron los cambios al marcador. Los de Antonio Rodríguez ampliaban su distancia cuando el reloj marcaba ya 60 minutos de encuentro. Pero ni siquiera con este resultado adversos los anfitriones bajaron los brazos. De hecho, de nuevo Veiga fue el encargado de anotar gol para poner el 2-3. Los marinenses buscaron el empate en los últimos 10 minutos, pero un tanto de Enmanuel con el tiempo ya completado dio al traste esa posibilidad.

Con esta nueva derrota el Marín se mantiene como farolillo rojo y único conjunto que aún no ha estrenado su casillero. El Louro Tameiga, que compartía con él esta última condición, firmó un empate ante el Moaña. Por ahora los puestos de salvación están todavía muy cerca. El Campo Lameiro, antepenúltimo, también tiene solo un único punto en su haber.