El Pontevedra estará pendiente en las próximas horas de lo que acuerde la directiva del Puertollano sobre el futuro del equipo manchego, rival de los granates en la última eliminatoria. Tras su ascenso deportivo, el club se encuentra con el problema de que tiene varias denuncias de futbolistas en la Asociación de Futbolistas, por lo que tendría que avalar ciertas cantidades para salir en Segunda División B.

Al parecer, los dirigentes no están por la labor de poner ese dinero, por lo que tendrían que renunciar a la plaza, que podría pasaría directamente al Pontevedra, ya que fue el último equipo al que se enfrentó en la fase de ascenso. De todos modos, el consejo de administración estará pendiente de conocer por medio de la Federación Española si los derechos le corresponderían al Pontevedra o sería otro club el que se beneficiaría de dicha situación.

También atraviesa muchos problemas el Ourense, pero en este caso, el Pontevedra no estaría dispuesto a ocupar su plaza en Segunda División B, debido a que habría que acudir a una subasta para ver que equipos están interesados en ascender, pero con la condición de pagar la deuda que tengan al 30 de junio los ourensanos.