Manu Fernández experimentó ayer el trago más amargo de una temporada en la que enderezó el rumbo del equipo hasta llevarlo a este play off. El técnico granate comparecía serio y abatido recién concluido el encuentro tras no poder ascender con su equipo a la Segunda División B. "En el partido de ida estuvimos más precisos en los últimos metros, pero el de hoy ha sido muy parecido al de la semana pasada", decía haciendo una primera valoración del encuentro.

El entrenador subrayó que sus jugadores se entregaron de principio a fin, pero lamentó que faltase también una pizca de suerte para variar el devenir del enfrentamiento y su resultado. "Siempre hemos tirado de orgullo, pero nos faltó fortuna", decía en el Cerrú.

En cuanto al bajo estado anímico con el que se encontraba el vestuario, reconoció que encontrar un remedio a esta decepción resulta complicado. "Poco puedo decirle a los jugadores, solo animarlos", puntualizó.

Asimismo, recordó la que fue una de las claves de la temporada. "Fue el último partido de liga, el empate nos pasó factura", indica sobre un resultado que hizo a los granates perder el liderato y pasar a ser cuartos clasificados. En todo caso, Manu Fernández prefiere quedarse con el rendimiento del plantel en esta la fase de ascenso "Hemos hecho un buen papel", valoró. Finalizó diciendo que "este equipo hará algo grande la temporada que viene".

Por otro lado, tanto el cuerpo técnico como los jugadores recibieron la visita del presidente del consejo de administración en el vestuario. "La gente está sufriendo muchísimo, lo está pasando muy mal", decía José Manuel Fernández. Tras ello subrayó el compromiso del equipo y su trayectoria a lo largo de la temporada. "No hay ninguna queja", sentenció.