El Pontevedra ultima la preparación de su visita a Puertollano con la necesidad de destrozar la que ha sido una de las principales virtudes de su rival esta temporada. El conjunto presume de haber sido el que menos goles ha encajado de todo el grupo manchego. Solo lamentó 18 dianas (27 para el Pontevedra), lo que ha convertido a su guardameta, Reguero, en líder destacado del ranking de zamoras. Su promedio de goles por partido ni siquiera llega a 0,5 (0,47). Los granates tendrán que multiplicar por más de seis ese coeficiente para vencer por 0-3 y adjudicarse el ascenso. Un reto para el que el equipo deposita buena parte de sus esperanzas en la puntería de Pablo Carnero, el cuarto máximo anotador de la categoría en Galicia (16 tantos).

Los pontevedreses son conscientes por un lado de que tienen la estadística y el resultado de la ida en su contra; por otro, también de que no sería ni la primera ni la última vez que un equipo es capaz de levantar un 0-2 en contra. Pero que los 90 minutos que quedan por delante puedan cambiar todo lo que resulta previsible queda a un lado a la hora de analizar los datos que el plantel manchego exhibe con orgullo.

El Puertollano tiene los números de su lado para vencer la eliminatoria y conseguir el ansiado ascenso a Segunda B. Una sensación que, además, refuerza su ejemplar historial en el campo puertollanero.

Si el Pontevedra necesita, al menos, tres goles para vencer la eliminatoria sin llegar a los penaltis, un repaso a la campaña confirma que el equipo anfitrión nunca encajó ese resultado. Además, solo ha recibido dos tantos en un mismo choque en cinco ocasiones, dos de ellas en liga y tres pertenecientes a la disputa de la Copa Federación.

Sin embargo, el Pontevedra también dispone de un pasado que le da ánimo a la hora de contrarrestar el negativo resultado de la ida. Fueron las victorias cosechadas ante el Órdenes por 0-2 en la jornada 16 de liga (con goles de Kevin Levis y Carnero en los últimos 20 minutos de encuentro) y el As Pontes por 1-4 en la número 27 (tantos de Javi Otero, Pablo Carnero -2- y Benja) las que refuerzan el sentimiento del 'sí se puede' en el vestuario granate.

Estos son los únicos marcadores con los que Manu Fernández y los suyos contrarrestarían la victoria por dos dianas a cero que logró el Puertollano en el partido de ida. El resultado que los pontevedreses consiguieron en Ordes les permitiría forzar la prórroga y continuar peleando 30 minutos más, o incluso en los penaltis, por lograr el pasaporte que les llevase a Segunda División B. Un marcador tan amplio como el firmado en As Pontes enviaría directamente a los granates a su categoría natural, en la que más temporadas han militado a lo largo de toda su historia (30). Ya con el 0-3 o el 1-3 el éxito estaría garantizado.

Las posibilidades de neutralizar la ventaja que el contrincante obtuvo en la ida pasan en gran medida por el acierto que tenga la artillería granate. Y en este sentido, si el Puertollano tiene un cerrojo en su portería, en el Pontevedra confían en la puntería que atesora su delantero titular.

Pablo Carnero firmó 16 goles en la competición regular, alzándose como uno de los mayores anotadores de la categoría. En el Puertollano son sabedores del peligro que entraña el delantero vigués, así que a lo largo de la semana, tal y como recogen los medios manchegos, se ha subrayado la necesidad de someterlo a constante marcaje y vigilancia.

El Pontevedra completará su último entrenamiento de este play off en la Ciudad del Fútbol que la Federación Española ha construidos en Las Rozas. Los granates disponen de un desplazamiento programado al detalle. Saldrán mañana a las 8.00 horas con la intención de hacer una parada en Tordesillas para comer aproximadamente a las 13.30 horas. A falta de 15 minutos para las cinco de la tarde se estima su llegada a las instalaciones federativas, donde se ultimará la preparación del enfrentamiento con el Puertollano. Será una entrenamiento de una hora de duración.

A su término, la expedición granate continuará su camino hasta Ciudad Real, donde se concentrará y hospedará. El domingo, poco antes de las 17.00 horas, el equipo emprenderá el trayecto hasta Puertollano. El encuentro empezará a las 19.00 y, a su término, comenzará un largo viaje de regreso que se prolongará hasta bien entrada la madrugada e incluso primeras horas de la mañana.