El marinense Jean Marie Okutu no podía ocultar la alegría de lograr la marca 8,01 metros que le permitirá estar en el europeo de Zurich en la modalidad de salto de longitud. El atleta, de 25 años, reconocía que "en los últimos días tenía la sensación de que podría lograr superar los ocho metros, tras los saltos en otras competiciones". Todavía está muy lejos de alcanzar el récord de España que está en posesión del recién fallecido, Yago Lamela, que en su momento llegó a saltar 8,56, distancia que parece muy complicada de superar.

Desde muy pequeño, Okutu se decidió por el atletismo, llegando a manifestar que "el fútbol no me tira, y pocas veces veo algún partido por la televisión". Esa decisión le llevó a practicar un deporte que en aquel momento estaba de moda en Marín, y formando parte del Club Atletismo San Miguel comenzó a destacar en las categorías inferiores.

El atleta reconoce que "soy muy rápido y tengo un buen tobillo, aunque sé que hay muchas cosas en las que tengo que mejorar. Con el talonamiento también empiezo a reducir los nulos".

Para la familia Okutu fue un fin de semana ya que su hermana Elvira, la más joven de la casa, consiguió la segunda posición en el Campeonato Gallego Absoluto, también en el salto de longitud, lo que celebró Jean Marie como si fuese un triunfo suyo. En relación a su hermana señala que "todavía es muy joven y tiene buenas maneras, pero tiene que mejorar en la rapidez".

El marinense, a pesar de que pertenece al Barcelona CF, sigue entrenándose en las pistas del Centro Galego de Tecnificación Deportiva bajo las órdenes de Medrano, el entrenador que le llevó a conseguir los mejores éxitos.

De cara al futuro asegura que "no tengo prisa, hay que ir paso a paso, como vengo haciendo hasta ahora. Hemos cumplido con el objetivo primordial, que era lograr la marca para estar en el europeo, y todo lo que venga ahora será a mayores,aunque la pretensión es conseguir en Zurich meterme en la final y estar con los mejores".

De cara a una posible participación en una olimpiada, considera que "no es fácil llegar ahí. Hay que conseguir unas mínimas que por el momento están muy lejos, aunque he mejorado mucho desde que me fui al Barcelona, ya que allí participan en competiciones que son más exigentes y eso provoca que tengas que estar casi siempre al cien por cien".

El atleta no olvida su paso por los anteriores clubes, el Club Atletismo San Miguel de Marín, y la Sociedad Gimnástisca, al señalar que "en el San Miguel se trataba más de una diversión que de hacer marcas, aunque ya desde el principio me gustó hacer todo tipo de modalidades. En la Gimnástica ya fue diferente, ya que desde el principio acudía a pruebas federadas en las que los entrenadores ya te exigían mejores marcas, lo que sin duda fue importante de cara al futuro. Es un club que recordaré siempre, es como una familia, en la que nos apoyamos entre todos. Hemos competido ante los mejores clubes a nivel nacional y dando una buena imagen, y por algo se sigue en la División de Honor, por el gran compañerismo que había entre todos.