El Pontevedra tendrá que apelar a la heroica en el partido de vuelta si pretende jugar la próxima temporada en Segunda División B, tras caer derrotado ayer en el Estadio de Pasarón ante el Puertollano por 0-2, lo que le deja prácticamente contra las cuerdas de cara al choque en tierras manchegas.

Una vez más la afición granate respondió a la llamada del club como en las grandes tardes. El ambiente en las gradas, con 8.000 aficionados -la mejor entrada en años- era el perfecto para encauzar la victoria a favor de los locales, ya que le llevaron en volandas desde que realizaron el calentamiento.

Fue un encuentro en el que los granates comenzaron generando ocasiones de gol, aprovechando la velocidad de Tubo por la banda derecha y las internadas por la izquierda de David Feito y David Pérez, que conseguían sacar excelentes centros que casi nunca encontraban rematador.

La primera oportunidad llegó en el minuto ocho. Pared entre Carnero y David Feito y el lateral realiza el pase de la muerte, por lo que un defensor manchego tiene que lanzar el balón fuera de forma desesperada, ya que llegaba por atrás Fran Fandiño.

El Pontevedra estaba lanzado, jugando con mucho orden, pero además con mucha ambición. Adrián Gómez roba un balón de cabeza y se lo deja para Tubo, que llega hasta la raya de fondo, para poner el balón en el segundo palo, en donde Carnero, libre de marca, manda el esférico contra el palo,. El rechace le llega a Fran Fandiño, pero su lanzamiento sale muy alto.

Eran los mejores minutos del equipo que dirige Manu Fernández. Tubo vuelve a encarar a su defensor y logra llevárselo, pero su centro lo acaba enviando a saque de esquina el lateral Verdú. Por su parte, el Puertollano se dedicaba a contener y a perder tiempo simulando su meta dos lesiones, con lo que le cortó el ritmo al Pontevedra. En su primera llegada al área, los visitantes consiguen batir a Edu. Balón largo sobre el área, que le llega a José Manuel y se la toca a Hugo, para que el habilidoso delantero mande el esférico al fondo de la red.

Ese gol le pesó como una losa al conjunto pontevedrés, que perdió la concentración y también las ideas en las acciones de ataque, aunque seguía teniendo el control del balón. La suerte le era esquiva a los granates, todo lo contrario que al rival, que supo poner el partido en donde más le interesaba, con la colaboración del colegiado que cortó mucho el juego.

Los dos entrenadores estaban contentos con el juego de sus futbolistas, de ahí que ninguno hiciese cambios en el descanso, aunque todo hacía indicar que se quedaría el visitante Rubén Gómez, ya que tuvo varias trifulcas con jugadores locales y fue avisado por el colegiado. No cambiaron los parámetros al inicio de la segunda mitad, con dominio del Pontevedra, pero sin hacer peligro. En el 61, Fandiño recibe fuera del área, arma su pierna y lanza un potente disparo que tiene que rechazar Reguero con muchos apuros. Minutos más tarde, la afición local reclamó una falta al borde del área por un derribo claro sobre Benja.

De nuevo le sonrió la fortuna al Puertollano. José Manuel pelea un balón con Adrián Gómez, y el esférico sale rechazado hacia Rubén Gómez, que estaba solo al borde del área, y de un tiro seco vuelve a batir a Edu. A partir de ahí, los granates buscaban recortar diferencias, pero con balones directos, lo que favorecía a los defensores a la hora de despejar.

El Puertollano pudo sentenciar ya en el minuto 90, cuando Valdivia se va solo hacia la portería de Edu, se la cede a Iván Limón, que también estaba libre de marca, y en última instancia, el meta local le arrebata el balón cuando ya se cantaba gol. Los granates están dispuestos a remontar en el Cerrú pese a que la eliminatoria está muy cuesta arriba.