El Pontevedra casi dejó ayer sentenciada la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División B al golear a un Atlético de Granadilla que mostró sus carencias en muchas fases del partido jugado en el Estadio de Pasarón. Los auspicios del extécnico tinerfeño, Tony Ayala, eran certeros al asegurar que "no nos engañemos, el Pontevedra es muy superior".

Los granates aprovecharon las facilidades que daba el rival para realizar su mejor partido en casa desde que comenzó la temporada. En los primeros minutos, como es habitual en una eliminatoria, ambos equipos se estudiaron, pero a los de Manu Fernández se le pusieron las cosas de cara cuando solo iban once minutos. Tubo recibe fuera del área, busca apoyos, pero decide lanzar un obús desde casi veinticinco metros que se mete por toda la escuadra del rival, sin que el meta Saúl pudiese hacer algo, a pesar de su estirada.

Era el tanto que le daba a los granates la tranquilidad para tener el balón y llevar el ritmo del partido y no cometer los errores que le llevaron a empatar con el Portugalete en Pasarón nada más ponerse por delante.

En esta ocasión no hubo precipitaciones y el equipo comenzó a jugar más suelto. A Kevin Presa, que le costó arrancar, se le vio muy incisivo en las jugadas en el centro del campo, cortando entre él y Pedro Crespo cualquier opción de Granadilla de buscar la portería de los locales.

El equipo se presentaba en los aledaños del área tineferña con una facilidad pasmosa. Tres minutos más tarde del gol, Tubo hace un pase en profundidad en la banda sobre Carnero, y éste se la pone en el centro a Fran Fandiño, que trata de controlar el esférico, pero sin poder disparar.

El equipo estaba lanzado. Balón que le llega de nuevo a Carnero, ahora en la otra banda, y con toque muy sutil de espaldas al campo contrario, logra superar a su defensor y consigue un centro sobre Fran Fandiño, que en esta ocasión no dudó en lanzar para meter el balón muy ajustado a la cepa del poste, sumando el segundo tanto, ante el delirio de los aficionados granates.

El Pontevedra quiso aprovechar el momento para certificar la victoria, pero le faltó un poco de fortuna ante el meta rival. David Pérez centra desde la izquierda y Tubo empalma en el segundo palo un gran disparo, pero Saúl logra parar el esférico con muchos apuros. Un minuto más tarde prueba fortuna Carnero, pero el balón se va fuera por muy poco, cuando ya se cantaba el gol.

La defensa canaria mostraba muchas debilidades y eso provocó un fallo que no aprovechó Carnero por muy poco. Todavía hubo otra ocasión más: Carnero se vuelve a ir de su rival, centra y Fran Fandiño no llega por milímetros para poner la guinda a una primera mitad.

Tras el descanso parecía que llegase la calma, ya que el Pontevedra no presionaba tanto, mientras que el primer disparo del Granadilla llegó en el minuto 59, por medio de Rubén Rosquete, que ataja sin problemas Edu. Esta jugada despertó a los pontevedreses ,ya que cinco minutos después Tubo puso la puntilla. Centro de Carnero, que estuvo acertado llevándose a las bandas a los centrales, logra sacar un buen centro, que toca de cabeza Fran Fandiño, pero el balón le llega a Tubo, que bate irremisiblemente a Saúl, con un disparo raso.

Las ocasiones seguían llegando para el Pontevedra. La más clara, en el 69, cuando Tubo se lleva a dos contrarios, cede de tacón a Fran Fandiño, y éste trata de superar a Saúl de vaselina, pero el esférico se va un poco alto.

La buena comunión entre la afición y la plantilla quedó reflejada ayer cuando el público puesto en pie despidió a los jugadores. Ahora el equipo tendrá que refrendar este buen partido, sacando adelante la segunda eliminatoria en tierras canarias.