La mejor cara del Teucro regresó a tiempo para salvar la temporada. Su victoria ante el líder, unida a la imprescindible del Benidorm ante el Pozoblanco, le vale para mantener la categoría. Todo tras una lucha a vida o muerte para evitar una promoción de descenso. Un final de liga que habría resultado impensable en la primera vuelta.

El Teucro salió a por todas. Consciente de lo que se jugaba, el equipo desplegó un juego ambicioso con el que tuteo al Barcelona B. Desde el primer minuto los azules dejaron claro que harían su parte de los deberes para evitar la fase.

A lo largo de todo el primer tiempo los azules nunca marcharon por detrás. El rival logró igualar el marcador en más de una ocasión, pero ellos mantenían un sosiego pasmoso a la hora de afrontar momentos claves y recuperaban rápidamente las renta de dos goles. Fue la máxima distancia con la que contaron en este período inicial. Ni siquiera la exclusión de Porto debilitaba a los pontevedreses.

El primer acto, además, dejó una imagen muy esperada. El portero Juan Bar reapareció en el minuto 28 para tratar de detener un penalti. No lo logró, pero recibió un caluroso aplauso después de casi cinco meses sin jugar a causa de su operación de rodilla.

Tras la reanudación el Teucro mantuvo su prometedora actitud y constante esfuerzo. Volvía a ser, por una jornada, el equipo que durante la primera vuelta se había convertido en uno de los favoritos a luchar por el ascenso a la máxima categoría.

Fue en el minuto 11, con dos teucristas excluidos, cuando el líder logró ponerse por delante por primera vez. Al verse por detrás todo cambió entre los locales. Empezaron las pérdidas de balón, los nervios y las precipitaciones. La contención empezaba a resquebrajarse y el conjunto catalán sacó provecho marchándose tres arriba en el electrónico (20-23). Parecía que entraban en la misma deriva que les llevó a perder otros encuentros. Pero al grito de "sí se puede", con una afición entregada por completo, fueron capaces de enmendar sus errores.

Tomás Moreira volvió a ponerlse por delante a falta de siete minutos para el final (24-23). Poco después, Juan Bar, que había la responsabilidad iniciado ya el segundo periodo, salvó por segunda vez un balón que estaba a punto de atravesar la línea de gol.

El encuentro entró en la recta final con una ventaja de dos goles para los locales. Renta que se amplió a tres, con la que afrontaron los 60 segundos definitivos. Con la victoria en el bolsillo, el bocinazo final hizo que todos mirasen hacia el otro resultado necesario. Hubo que esperar unos instantes para confirmar el triunfo del Benidorm, victoria que la afición teucrista también celebró como suya.