La disyuntiva entre tranquilidad o nervios hasta el final de la temporada se decide esta tarde para el Teucro. Los azules reciben en el Pabellón (20.00 horas) a un rival directo por la permanencia, el Bordils. El bajón de los últimos meses les ha llevado a una situación difícilmente imaginable en la primera vuelta, cuando Javier Barrios y los suyos marchaban a todo máquina. Ahora, aunque dependiendo de sí mismos, incluso podrían verse en problemas para mantener la categoría si se tuercen las cosas.

El equipo se propone dejar sentenciada ya la permanencia y para ello tendrá que ganar al conjunto catalán por un mínimo de seis goles, ya que en su otro enfrentamiento de la campaña el Bordils se impuso por 32-26. Si los pontevedreses son capaces de firmar una victoria por esa diferencia conseguirán un final de liga relajado. De lo contrario, tendrán que luchar por ese objetivo en las dos últimas jornadas.

Conscientes de la relevancia de este encuentro ante un rival al que tienen dos puntos por debajo, los teucristas retoman la competición tras el parón de Semana Santa con las mismas ausencias que antes de este descanso. Juan Bar y David Chapela serán una vez más las ausencias del banquillo pontevedrés. En este sentido, la noticia positiva para el entrenador es la mejoría de Carlos García que, a diferencia de las jornadas pasadas, podrá jugar a pleno rendimiento.

El conjunto visitante pisará la pista del Municipal en la duodécima posición con 24 puntos, mientras que el Teucro es décimo con 26. Desde la directiva del club anfitrión han hecho un llamamiento a la afición para que acompañe al conjunto en este encuentro de rivalidad directa.

Para convertir las gradas en un fortín teucrista, desde la entidad han anunciado que los acompañantes de los socios podrán entrar gratis. Cada abonado podrá acudir con cuantas personas desee. Todas podrán entrar con solo mostrar un único carné teucrista.

Para los seguidores esta será la penúltima ocasión de presenciar un partido de esta liga en casa. La siguiente cita del Teucro será en la pista del Torrelavega, inmerso también en la lucha por conservar un puesta en la segunda categoría del balonmano estatal. Para cerrar la competición los pontevedreses recibirán al campeón, el Barcelona B.