El Pontevedra es consciente de la importancia que tiene el choque que jugará el domingo a partir de las 18.00 horas, en el campo de O Roxo, en Cerceda, y así lo confirma el técnico Manu Fernández al señalar que "nos faltan seis finales, pero la del domingo es la más complicada y difícil".

Añade que "todo el mundo tiene la mente puesta en Boiro, pero para llegar con opciones allí es necesario ganar el domingo. Si ganamos, dejamos a un rival directo casi descartado, y podemos llegar al choque ante el Boiro con todas las posibilidades de alcanzar la primera posición al final de la competición".

Manu Fernández recuerda que "el Cerceda es un equipo muy duro. Igual no tiene plantilla amplia, pero tiene once o trece jugadores de mucha calidad, el máximo goleador de la categoría y encaja muy pocos goles. Son muy intensos a la hora de jugar, muy veloces en las transiciones y nos lo harán pasar muy mal".

En relación a la clave para salir vencedores de O Roxo, el entrenador granate considera que "tenemos que controlar muy bien a sus jugadores de ataque. Es un equipo muy ofensivo, pues además de Cano, que ve puerta con mucha facilidad, tiene por atrás otros tres jugadores con mucha calidad. Es necesario controlar sus acometidas y para ello hay que defender muy concentrados y tratar de dejar la portería a cero, porque creo que nosotros podemos hacer algún gol".

Afirma Fernández que "a partir de ahora tenemos que ser más prácticos y cometer los mínimos errores, porque no queda tiempo material para recuperar lo que puedas perder en algún partido. Vamos a buscar la fórmula para lograr los máximo puntos posibles en esas seis finales".

La nota negativa del entrenamiento celebrado ayer en A Xunqueira fue la lesión que sufrió el veterano David Pérez. El centrocampista de Mos tiene un esguince de tobillo, bastante importante, y ya está descartado para viajar a Cerceda. En estos momentos estaba siendo vital para el juego de los granates, por su trabajo en defensa y ataque y por su gran rendimiento.