El Pontevedra se anotó la victoria en su compromiso veraniego con el Sanxenxo a pesar de que éste se lo puso más que complicado en un partido que dominó con claridad, sobre todo hasta el descanso. Un penalti transformado por Santi Domínguez cuando quedaban dos minutos para completar el tiempo reglamentario inclinó la balanza para el lado visitante.

Los de Óscar García evidenciaron un mayor rodaje, con dinámicas que continúan de la pasada campaña. Su principal novedad ayer fue el regreso del centrocampista Aguín, que pasó todo un año recuperándose de su lesión. Pero al Pontevedra aún le falta camino para funcionar como un bloque. Nando trató de aplicar su filosofía a los granates, mediante un 4-1-4-1 de inicio que hasta el descanso contó con Brais como enganche y Kevin arriba. El resultado de esos 45 minutos iniciales fue que la iniciativa correspondiese al bando local.

Desde que comenzó el encuentro los sanxenxinos trataron de sorprender al guardameta pontevedrés, y estuvieron a punto de conseguirlo. Tres intentos tuvieron en poco más de un cuarto de horas, siendo el mejor dirigido el de Galdames, que con la portería vacía erró en el ángulo y mandó el balón apenas unos centímetros a la izquierda de la portería.

Los granates, entre tanto, trataban de fabricar ocasiones, pero les costaba demasiado llegar hasta la frontal. David Pérez buscó la ventaja en el marcador a través de una jugada a balón parado, pero sin demasiado peligro. El primer disparo a puerta de los visitantes llegó en el minuto 36, en una combinación entre David Pérez, Kevin y Emilio que paseó el balón delante de la línea de gol sin que nadie acertase a empujarlo hasta la red.

Ambos entrenadores, como es habitual en los partidos veraniegos, quisieron aprovechar la cita para dar minutos a todos sus jugadores. Tras la reanudación, los equipos cambiaron por completo. Tanto Nando como Óscar García dieron entrada a todo el banquillo de manera progresiva. Si bien los anfitriones conservaron la llegada y las ganas de hacerse con una victoria en casa ante un rival que milita una categoría por encima, durante el segundo tiempo el Pontevedra espabiló y empezó a crear peligro. Pero reservó nuevamente al balón parado las mejores oportunidades.

A cinco minutos del final, estaba todo por decidir. Pero fue una decisión arbitral muy cuestionada desde la grada la que cambió el rumbo del partido. En un acercamiento granate a la portería de José Manuel, el disparo de Luismi se encontró en su trayectoria con Dani. El colegiado interpretó mano y Santi Domínguez se encargó de marcar el gol de penalti. Después apenas hubo tiempo para más. El Sanxenxo buscó el empate de estrategia, pero al final la victoria fue para los granates, que logran la segunda de la pretemporada.