Veinticuatro horas más tarde del triste desenlace en el partido entre el Arenteiro y el Portonovo, el técnico Ricardo Fernández todavía no asume lo sucedido al señalar que "nadie se esperaba este desenlace. Sabíamos que no nos iban a regalar nada, pero no estuvimos al nivel de otros partidos. En el primer tiempo nos pudo la presión y no estuvimos al nivel de otros partidos".

Añade que "tras hablar en el descanso mejoramos, pero por momento jugamos a la desesperada y eso nos pasó factura al final".

En relación al terreno de juego, que estaba en malas condiciones, Ricardo Fernández afirma que "llovió mucho y el campo en algunas zonas estaba impracticable, pero eso no puede ser una excusa. Hay que ser realistas, no hicimos el juego de otros partidos. Se jugó con más corazón que cabeza y eso te lleva a cometer muchos errores. Nos precipitamos en algunas jugadas en ataque y al final los pagamos".

Señala el entrenador arlequinado que "hay que pensar en lo positivo. Nadie nos puede quitar lo que hicimos, pues nadie pensaba que llegásemos al último partido con opciones de ascenso". Admite que "al final del partido el vestuario era un funeral, todos los jugadores estaban muy dolidos por lo sucedido. Les tengo que dar un diez a todos por su compromiso y su trabajo en todos los partidos, no se merecían este castigo. Vamos a jugar la promoción, pero sabiendo que es complicado ascender".