El Pontevedra acabó la temporada logrando su peor clasificación desde hace 38 años. En la campaña 1974-75, el conjunto granate finalizó en la séptima posición, para conseguir en la siguiente el ascenso a Segunda División, tras quedar campeón de la categoría. En aquellos momentos todavía no existía la Segunda División B.

Tras aquella fatídica campaña, el cuadro pontevedrés solo militó en Tercera en cuatro ocasiones, y en todas ellas siempre logró la primera posición. Durante tres campañas consecutivas 1981-82, 1982-83 y 1983-84 jugó la fase de ascenso a Segunda División B y no fue hasta la última en donde logró el éxito bajo la batuta de Fernando Castro Santos de ascender de categoría.

Tras el último descenso a Tercera División, la plantilla estuvo a las órdenes de Milo Abelleira, logrando en la pasada el cuarto puesto que le permitió disputar el play-off para acabar eliminado a manos del Espanyol B. En esta los granates se quedaron a las puertas tras una irregular campaña y encontrarse en el camino con el Racing de Ferrol, Celta B, Compostela y Deportivo B que son los que lucharán por subir a Segunda División B.

La temporada fue un largo viacrucis, tanto para los jugadores como para la afición, ya que los primeros no lograron afianzarse entre lo mejores, mientras que los aficionados no disfrutaron del juego realizado por el equipo.

Tras un comienzo ilusionante, tres victorias consecutivas que el llevaron a la segunda plaza en la clasificación, el Pontevedra se vino abajo, aunque en las diez primeras jornadas logró ocupar puestos de play-off en ocho de ellas. Tuvieron que esperar a la jornada vigésimo cuarta para volver a disfrutar del cuarto puesto, pero a partir de ese momento se tuvieron que conformar con el quinto puesto, ya que la clasificación en los cinco primeros no se movió.

La plantilla trató de reaccionar consiguiendo estar doce partidos consecutivos sin conocer la derrota, pero no les valió para nada, ya que los cuatro primeros no fallaron.

Con relación a la pasada campaña, el equipo sumó siete puntos menos, pero aún haciendo el mismo número de puntos no le llegaría, pues el cuarto clasificado, el Deportivo B llegó a los 71, mientras que el líder, Racing de Ferrol, rompió con las estadística al conseguir un total de 97, lo que es el mejor aval para conseguir el ascenso.

Sin embargo, en esta temporada, el Pontevedra perdió un partido menos que en la pasada, pero cedió doce empates, y en una liga de tres puntos, eso pasa factura.

De todos modos, los números de Milo Abelleira en estas dos ligas no fueron tan malos, pues hay que recordar que tuvo a sus órdenes dos plantillas totalmente diferentes debido a la rebaja en el presupuesto para hacer la plantilla de este año, pero además sabiendo que el Racing de Ferrol y Compostela cuentan con mayores presupuestos, y el Celta B y Deportivo B son los filiales de dos equipos de División de Honor, que al igual que los granates están habituados a jugar en la categoría superior. De 76 partidos ganó 38, empató 19 y perdió un total 19.