El futuro de Milo Abelleira en el Pontevedra está en entredicho, pero lo que es cierto es que el técnico pontevedrés, en caso de no continuar realizando su excelente labor en la entidad granate, está dejando una herencia que para sí querían otros clubes.

El entrenador tuvo que amoldarse a un presupuesto muy inferior al de la pasada campaña, pero consiguió un plantel que posiblemente no se clasifique para jugar el play-off, pero que dejará formada una base que tiene que ser esencial para regresar a Segunda División B en la próxima campaña si no puede ser en esta.

Milo Abelleira tiró de la cantera y promocionó a varios jugadores. A falta de tres jornadas, en el primer equipo ya debutaron cuatro jugadores juveniles. Buba, Emilio, Tomás y Pibe, todos ellos con un futuro prometedor, pero además contó con la presencia en numerosos encuentros de varios jugadores del filial, es más, Yago Vázquez se convirtió en la revelación de la campaña y se puede considerar un titular indiscutible.

A lo largo de la liga han disfrutado de muchos minutos Pacheco y Javi Pazos, menos de los esperados, y también tuvieron la fortuna de debutar Collazo y Cristóbal Domínguez, es decir, el club tiene unos mimbres para salir adelante.

El recorte presupuestario en la entidad que preside Mauricio Rodríguez provocó que hubiese que hacer una plantilla completamente nueva. Solo continuaron Lorenzo, Pacheco, Caco y Richi, y el técnico acertó en los fichajes, ya que un tanto por ciento muy elevado de esos futbolistas han respondido a lo largo de la campaña, aunque en algún caso las lesiones fueron un impedimento para que pudiesen demostrar su calidad técnica.

A lo largo de la temporada, el técnico contó con 26 jugadores, algunos llegados en la segunda vuelta como el caso de David Pérez, que realizó una apuesta personal al cobrar solo por los objetivos que logre el equipo al final de la competición.

Cristóbal Juncal es el jugador que más partidos lleva disputados, solo se perdió el primero ante el Rápido de Bouzas, porque todavía no había aceptado la oferta del club para firmar su contrato. También hay que destacar a Pablo, que se perdió dos partidos, uno por sanción, y otro por enfermedad, pero en el resto disfrutó de todos los minutos.

Otra de las revelaciones del campeonato fue el meta Sergio Lloves, que a priori tenía el papel de suplente, pero solo se quedó en el banquillo en cuatro encuentros. También han rendido bien Jacobo, Tubo, Adrián Gómez y Moisés que acaparan muchos minutos.