Miguel Porto parece que estará en plenas condiciones para afrontar la fase de ascenso tras la lesión que sufrió el pasado sábado en Alcobendas. El jugador teucrista reconocía ayer que "en un principio parecía que era algo más grave, pero tras las pertinentes pruebas todo se quedó en un susto, ya que solo tengo un esguince de tobillo, y por lo que se ve evoluciona todo muy bien, por lo que no me perderé la cita más importante de la temporada".

El lateral admite que "me llevaría un disgusto si no pudiese jugar la fase de ascenso. Hemos peleado mucho durante toda la temporada para estar ahí, y no sería justo quedarme sin disfrutar del play-off. Todos estamos muy ilusionados y esperanzados con lograr el ascenso, ya que nadie creía en nosotros cuando comenzó la liga, y sin embargo hemos superado el objetivo con creces".

En relación al rival, Miguel Porto reconoce que "es el peor rival que nos podía tocar, pero estamos convencidos de que podemos dar la campanada. A lo largo de la liga se demostró que existe mucha igualdad y prueba de ello es que le ganamos a los otros tres equipos que estarán en Irún. Ellos tienen a su favor que juegan en casa, y quieras o no, el apoyo de la afición siempre es importante, ya que los árbitros se sienten presionados y en jugadas confusas pueden favorecer al equipo de casa".

Añade que "de todos modos, casi es preferible que nos toque en las semifinales, pues en una final esa presión aumenta mucho y puede condicionar el resultado".

De cara al favorito, Porto entiende que "no lo hay, aunque el que juega en casa va a tener un plus, pero solo por eso, no por el juego que se pueda realizar. El campeón será el que mejor defienda y el que menos errores cometa durante los sesenta minutos. Ahí va a estar la clave del partido, quien sepa controlar los nervios mejor tendrá opciones al ascenso".

Sobre el rival destaca que "es un equipo que basa su juego en lo colectivo y que defiende muy duro. No destaca precisamente por las individualidades, ya que es un grupo muy homogéneo".