Último partido del Arxil en Liga Femenina 2, pero mismo desenlace que en casi la totalidad de los partidos de esta temporada. Las verdes se despidieron de la categoría tras encajar una nueva derrota (la número 18) y a pesar de que, como también ocurrió en varias ocasiones, tuvieron en su mano la llave del partido.

Las de Mayte Méndez, que tenían como último objetivo conseguir la tercera victoria como un agradecimiento a la fidelidad y apoyo de sus seguidores pese a la pésima temporada de resultados, volvieron a experimentar los mismos errores que en aquellos encuentros en los que se desperdiciaron las opciones de seguir de cerca la salvación. Así, realizaron un partido en el que no dieron facilidades al rival, ni siquiera a éste que visitaba el Estadio de la Juventud como segundo clasificado.

El plantel pontevedrés nunca dejó que las extremeñas se alejasen en el marcador, obligándolas a esforzase a fondo. La entrega de las visitantes surtió efecto en el primer cuarto, logrando una ventaja de cuatro puntos. Una renta escasa que fueron incapaces de ampliar hasta el último de los períodos.

Las arxilistas, después de ese tímido arranque, se pusieron las pilas e igualaron el segundo de los parciales. La satisfacción por el trabajo bien hecho les llevó a imponerse en el tercer cuarto con un 20-16 que neutralizaba por completo la diferencia de puntos con la que contaban las cacereñas.

El encuentro llegó a su tramo final con un empate en el electrónico que obligaba a mantener la calma y saber gestionar los momentos de tensión. Pero eso es algo que al Arxil se le ha dado mal toda la temporada y que ayer, ante uno de los favoritos al ascenso, se volvió a confirmar. La derrota agrió más, si cabe, las sensaciones de la que ha sido la peor temporada en la historia del club.