La intención de Jorge Pedrosa de llegar a la presidencia del Pontevedra va a estar condiciona desde el primer momento por los propios estatutos del club, ya que para acceder a dicho puesto necesita ser consejero, premisa que en estos momentos no cumple el exsecretario de la entidad granate.

De cara a la próxima junta de accionistas convocada para el 15 de abril, en el orden del día no hay ningún punto para elección de consejeros, por lo que en caso de presentar su candidatura no tendría validez debido a esa circunstancia. La única posibilidad pasa por la que algún miembro del actual Consejo de Administración renuncie a su puesto y lo ocupe Pedrosa, pero para ello sería necesario acudir al Registro Mercantil para materializar su cambio.

De confirmarse la renuncia de Mauricio Rodríguez el 30 de junio, la fecha en la que está previsto que abandone el sillón presidencial tendría que volver a realizarse otra junta de accionistas, sería después de un mes y medio de la celebrada el 15 de abril, y convocar elecciones a la presidencia.

El nuevo presidente saldría elegido tras una votación de todos los consejeros que tenga en ese momento la entidad. En un principio habría un vacío de poder, como sucedió tras la elección de Mauricio Rodríguez, en la que no tenía firma, aunque si voto. Esa situación podría provocar un auténtico caos en la entidad, ya que no tendría funciones para firmar contratos y confeccionar la próxima plantilla.

Tras la junta de accionistas del próximo 15 de abril, el accionariado del club cambiará mucho con respecto al que existe actualmente ya que Monbus, Sercoysa y Ricardo Tilve pasarían a tener más acciones, mientras que Nino Mirón pasaría a tener un 33%, pero seguiría siendo el accionista mayoritario, aunque sin tener poder para tomar las decisiones.

Ante la ausencia de Lupe Murillo, por motivos laborales, hay que esperar cual será la decisión de la empresaria pontevedresa, que en su momento también manifestó la posibilidad de ponerse al frente del club pontevedrés, en donde ejerció las funciones de vicepresidenta en la etapa de Nino Mirón.

Lo que está claro es que hay dos bandos diferentes. Por un lado, Lupe Murillo tendría el apoyo total de Ricardo Tilve y posiblemente de Monbus, ya que fue quien negoció la quita y espera con Raúl López, su propietario. A esa candidatura se le podrían sumar otros empresarios pontevedreses que tienen un buen número de acciones.

Por su parte, Jorge Pedrosa, como confirmó el mismo, presentaría su candidatura a la espera del apoyo de los accionistas mayoritarios, en lo que posiblemente contaría con las acciones de Nino Mirón, una persona muy allegada a él, tanto por su trabajo en la directiva durante tantos años, como su colaboración profesional en su empresa de construcción. Lo importante es que cualquiera de las dos candidaturas logre el regreso del club a Segunda División B y a la vez reducir el déficit de la entidad.