El Arxil desaprovechó la oportunidad de recuperar su orgullo con una victoria en el derbi contra el Celta. Pagó su mal inicio de encuentro y también su torpeza en los instantes finales. Las viguesas fueron más hábiles a la hora de administrar las últimas cinco jugadas del encuentro y se llevaron el triunfo por una diferente de solo cuatro puntos.

Las de Mayte Méndez comenzaron mal, con un parcial de 13-2 en apenas unos minutos. Pero fueron capaces de sobreponerse a sus fallos y, de hecho, concluyeron el primer período con dos puntos de ventaja. Un trabajo que se vino abajo cuando en el segundo, con el Celta en zona, el equipo entró en barrena.

A pesar de todo, el duelo mostró la mayor parte del tiempo la igualdad en el marcador. Sobre todo en el tercero de los cuartos, cuando ninguno de los dos contendientes fue capaz de ejercer un dominio claro. Con ello, el último se presentaba trascendental para un plantel local que ansiaba una tercera victoria que le sirviese para olvidar, al menos por un breve momento, que ya está descendido.

Las arxilistas lo tuvieron en su mano, pero erraron en los instantes claves del encuentro. Fue entonces cuando las de Carlos Colinas hicieron gala de la posesión de una plantilla más ambiciosa. El conjunto olívico fue capaz de soportar la presión local y de jugar con mayor inteligencias los últimos compases de la cita para, finalmente, anotarse la victoria en el derbi.