Milo Abelleira parece que encontró la fórmula para que el equipo mantenga una regularidad que le permita luchar por uno de los cuatro primeros puestos y de esta forma jugar la fase de ascenso a Segunda División B tras sumar cinco jornadas consecutivas sin perder ningún partido. Es la segunda vez que lo hace desde que se inició el campeonato liguero, en la anterior sumó once puntos de quince posibles, mientras que en ésta solo hizo nueve.

En los once encuentros que lleva jugados este año, el Pontevedra solo perdió dos, uno en casa frente al Cerceda y otro en su visita al Villalbés, en el resto fue capaz de sumar algo positivo. Tras las dos últimas remontadas en Somozas y Barreiro da la impresión de que el cuadro que dirige Abelleira llega a la recta final del campeonato con paso firme, pero eso lo tendrá que refrendar el próximo domingo ante la visita del Barbadás, un rival que en la primera vuelta le derrotó con suma facilidad, en el que fue quizás el peor partido de los jugados esta temporada por los granates.

El Pontevedra evidenció en los dos últimos encuentros que físicamente está a pleno rendimiento ya que le tocó de remontar y lo hizo en los minutos finales de cada uno de ellos. El equipo viajó a Barreiro con muchas dudas debido a los problemas físicos que sufrieron varios jugadores que le impidieron entrenar a lo largo de la semana, pero en el campo respondieron perfectamente y fueron capaces de superar a un filial celeste que en su campo tenía una trayectoria muy buena.

Lo más positivo de estos dos desplazamientos es que la afición vuelve a creer en el equipo como manifestó al final del partido en las gradas del viejo campo vigués en donde puesta en pie despidió al equipo con aplausos por el excelente juego realizado en la segunda parte.

Por una vez, los gritos de protesta se volvieron en ánimos y eso se dejó notar en algunas fases del partido en las que la afición local trataba de llevar en volandas a sus jugadores hacia la victoria.

Tras el anuncio de la fecha en que se celebrará la junta de accionistas y el pago a los jugadores de lo que se les adeuda en los próximos días parece que llegó la tranquilidad a todos los estamentos del club para pensar solo en la situación deportivo y en apoyar al equipo en su objetivo de meterse entre los cuatro primeros.

A nivel deportivo, Milo Abelleira confía en recuperar para el encuentro frente a los ourensanos al central Sestelo y al goleador Santi Domínguez, que fue baja a última hora, y de esta forma llegar en las mejores condiciones. La situación de Caco es diferente, ya que todavía tiene para una semana más de baja por lo menos.

El equipo gozará hoy de la jornada de descanso, y a expensas de la situación climatológica volverá a ensayar mañana o bien el Estadio de Pasarón, como hizo ayer, o sino en las instalaciones de Príncipe Felipe, aunque será complicado ya que está siendo mejorado para acoger el partido internacional de rugby del domingo.