Hace seis años que Ismael Quintas Estévez (Bande; 23-1-1989) se marchó a Pontevedra por motivos académicos, pero la foto de perfil de su WhatsApp retrata la celebración de un gol con el Ourense en O Couto, correspondiente a la temporada que acabó con el imborrable ascenso a Segunda B. Villalonga, Cultural Areas y, desde hace cuatro temporadas, el Porriño le acogieron. Este curso se lo ha pasado en blanco, tras la grave lesión de rodilla que le sobrevino acabando el pasado, pero ya ve el balón al final del túnel. El domingo, en el campo del Erizana, puede celebrar con los industriales el ascenso a Tercera, aunque no oculta que también le gustaría estar en Atios animando a los unionistas en su lucha por dar el salto. Augura que no lo tendrán nada fácil.

- ¿Cómo viven en el Porriño la expectativa del ascenso?

- Muy ilusionados. Se nota en el equipo y en la afición. Al principio acudía poca gente al campo, excepto en contados partidos de rivalidad o cuando vino el Ourense. Había poca expectación. Sin embargo, ahora acude en masa.

- Con ganar están ascendidos. ¿Les insiste mucho el entrenador en no caer en la confianza ante un rival descendido?

- Aún no nos ha dicho nada porque entrenamos hoy (por ayer), pero ya sé lo que dirá. Que dependemos de nosotros mismos y que tenemos que salir mentalizados desde el minuto uno porque cualquier error se paga, y más en un campo pequeño, con césped en mal estado y a un equipo como el nuestro al que le gusta el balón.

- ¿Cuál es su quiniela para la última jornada?

- Asciende el Porriño, o eso espero, porque si no ganamos no merecemos el ascenso, y después me gustaría que subiera el Ourense. Le vale incluso el empate en Atios, pero salir a la defensiva es un arma de doble filo. Será un partido muy fastidiado y no me lo perdería si no estuviera con el Porriño.

- ¿Qué es lo que más tendría en cuenta del Atios?

- Tienen un once muy bueno, aunque quizás en profundidad de plantilla no son de los mejores. Es un equipo confeccionado para ese campo, muy físico. Lo disputa todo, hay que buscar siempre el segundo balón y se lo complica a cualquiera. Es mala suerte jugarse tanto con ellos en el último partido. Es el peor rival para jugársela.

- ¿Es fuerte la rivalidad entre los equipos de Porriño?

- Muchísimo. En los años que llevo ahí, es una pasada. Nunca me imaginé que pudiera existir algo así. El Atios es un equipo de un barrio de Porriño y la gente acude en masa. Aprietan mucho. Pagan bastante más que en el Porriño y tienen primas por victoria o prima doble a veces. Eso ya no lo tiene nadie en esta categoría.

- El coeficiente particular de goles podría decidir el ascenso pese a ganar tanto.

- Me sorprendieron algunos puntos que dejó escapar el Ourense, aunque eso nos pasó a todos. Nosotros por ejemplo perdimos con el Gondomar. Aunque seamos un equipo que trata de jugar, en esta categoría lo importante es sacar los puntos.

- El lunes se cumplió un año de su lesión de rodilla, en la penúltima jornada de liga contra el Pontellas, cuando no se había llegado al primer cuarto de hora. ¿Cómo ha pasado el trance?

- Me rompí el ligamento cruzado anterior y el lateral interno de la rodilla izquierda. Yo solo. Quise arrancar, clavé la pierna, se me fue la rodilla y ya salí en ambulancia del campo. Tardé un mes en operarme y en ese tiempo tuve la pierna inmovilizada, cuando la tendría que doblar 90 grados. Se crearon adherencias y ni la doblaba ni la estiraba. Se complicó un montón todo, pero ahora por lo menos ya estoy entrenando y compitiendo. A ver si puedo volver a jugar, porque lo vi muy jodido.

- ¿En Tercera con el Porriño?

- Esperemos que sí. Esta es mi cuarta temporada aquí. He jugado en todos los puestos de la defensa, como ya hiciera antes en los otros equipos en que estuve, y me renovaron automáticamente cuando me lesioné. Ahora hay que hablar si sigo. Acabé el Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, estoy con el Máster de Educación y con el nivel 3 de entrenador, pero lo que quiero es volver a jugar al fútbol.

- Seis años después, ¿sigue añorando a Club Deportivo Ourense?

- Me fui en 2012 a Pontevedra, cuando empecé la carrera. Era el primer año de Segunda B después de conseguir el ascenso con Luisito en la liga que empezamos con Patxi Salinas -jugó un total de 11 partidos, seis de ellos como titular-, pero no he cambiado la foto que tengo en el teléfono. La desaparición del Ourense la sintió mucha gente, aunque ahora parece que poco a poco está resurgiendo otra vez.