El mismo domingo que la Unión Deportiva Ourense coronó por primera vez la clasificación se destacó también como el equipo que menos goles está encajando: 28 en 33 partidos. Es el mismo registro que presentaba a la misma altura de la pasada temporada el Ourense Club de Fútbol, que acabaría ascendiendo a Tercera, y solo otros dos líderes habían encajado menos tantos a falta de cinco jornadas en las últimas diez campañas.
La eficiencia defensiva se ha multiplicado en la segunda vuelta. Los unionistas acabaron la primera parte del campeonato con 22 goles en contra -cuatro equipos mejoraban sus números en portería propia-. En los 14 partidos de la segunda vuelta solo recibieron seis tantos y, en nueve, los rivales no superaron al meta Pato Guillén.
En la rueda de prensa posterior a la victoria del pasado domingo sobre el Gondomar, el entrenador de la UD Ourense, Fernando Currás, repartió méritos: "La portería a cero es fruto del trabajo colectivo. El nivel de exigencia de los equipos contrarios es alto y hay que mantenerlo y mirarlo todo con un tono colectivo. Al igual que muchos goles nacen en el inicio de juego, la defensa parte de arriba. Hay que seguir potenciándolo porque aún queda mucha liga y esto va cambiando", indicó el técnico.
Al ser preguntado por la pérdida de confianza que pudo haber en un sector del club y de la afición cuando el equipo se distanció en ocho puntos del primer clasificado, a finales de febrero, Fernando Currás, se mostró agradecido a los que nunca la perdieron. "Agradecer a los que confiaron siempre, a los que creyeron desde el principio y apostaron por nosotros y sabían el trabajo que se estaba haciendo, pero la gente es libre de opinar. Este deporte está montado así. Nos fastidiaba por nosotros, por el trabajo que estábamos haciendo y que no acababa de lucir. Y mucho agradecimiento a la gente que siempre confió y por la que vamos a seguir luchando", aseguró.
A Currás le alegra que la afición se haya reencontrado con el equipo: "Cuanta más gente se vaya enganchando, que creo que se está consiguiendo, es una satisfacción, pero sin darle mucha importancia y centrarse en lo que queda". Alertó el entrenador ourensanista de quedan muchas dificultades por delante: "No hemos hecho nada. Queda mucho que sufrir, quedan cinco jornadas por delante y no podemos despistarnos ni distraernos en pensar mucho en cómo hemos llegado a esta situación, y sí centrarnos en lo que queda por venir. No está la cosa como para relajarse".
Por último, el técnico considera que no hará falta un llamamiento especial para que los ourensanistas acudan a Moaña porque han sido fieles también en las duras. "A la gente hay poco que decirle. Tratar de agradecérselo de la manera que podemos, que es con esfuerzo y haciendo las cosas lo mejor posible. Sé que no van a dudar de que así va a ser, es una semana complicada, un rival y un campo complicados, y vamos a preparar el partido en la línea que hicimos desde el primer día y esperar que sigan acompañando los resultados".
En el plano deportivo, en la UD Ourense están pendientes de la evolución de las molestias musculares del portero Pato Guillén y del delantero Hugo García, que tuvo que retirarse a los pocos minutos de la segunda parte del choque contra el Gondomar. Todo apunta a que ambos podrán estar el domingo en el encuentro en el campo del Moaña.
