El embalse de Castrelo de Miño fue ayer el punto de partida para la temporada de piragüismo, con la celebración por la mañana del campeonato gallego de invierno para las categorías sénior, júnior y veterano. Acudieron un total de 40 equipos con cerca de 500 deportistas en liza.

En cuanto al medallero final, dominio como se esperaba del Kayak Tudense, que también era el club con más deportistas en el agua. En total se adjudicaron cuatro oros, tres platas y tres bronces, con el Ría de Betanzos en la segunda posición global y la Escuela de Piragüismo Ciudad de Pontevedra en la tercera.

Los éxitos ourensanos se circunscribieron a la categoría de veteranos. En el K-1 45-49 años, Bernardo Sánchez Ouro, del Club Fluvial O Barco, se adjudicó la medalla de oro con un tiempo de 21:53,89 tras recorrer 5 kilómetros. Por su parte, Mónica Piñeiro Varela, del Club Fluvial Avión Catamarán Ribeira Sacra, logró la medalla de plata en el K-1 40-44 años con un crono de 28.12 minutos sobre 5 kilómetros.

En lo que respecta a la categoría sénior, las ganadoras del K-1 fueron Tania Fernández (Kayak Tudense, 24:45,16 minutos) y Carla Frieiro (As Torres Romería Vikinga, 23:58 minutos), en séniors y juveniles, respectivamente. En la categoría masculina sénior, tres palistas del Tudense coparon el podio, con título de campeón gallego para Rubén Millán (20:47,96), seguido por Emilio Llamedo y Pedro Vázquez.

En júniors fue Iván Fernández Freire, del Ría de Betanzos el que se llevó el oro con un tiempo de 21:47,65 minutos. A falta de tres semanas para el campeonato de España de invierno que se disputará en Sevilla los días 16, 17 y 18 de marzo, esta regata sirvió para comprobar el momento de forma con el que llegan los equipos gallegos a estas alturas de temporada después de cinco meses de preparación.