La Unión Deportiva Ourense aspira a batir el récord de puntos de un equipo ourensano en Preferente, que lo tiene el Barbadás de la temporada 2010-2011 con 38, y a arrebatarle el liderato al Estradense en la jornada que cierra la primera vuelta. La carambola requiere una victoria sobre el Atios en O Couto y que los de A Estrada pierdan en Valladares. El técnico de los ourensanistas confía en que una clasificación confortable sea el estímulo para que su equipo convenza también en el campo.
Fernando Currás tiene el convencimiento de que la mejor versión de la UD Ourense llegará más pronto que tarde y que muchos partidos dejarán de convertirse en "una tesis de complejidad". El técnico anhela ese plus que les dará "soltarse en el campo, darse valor" y que a su vez permitirá disfrutar de un fútbol "más abierto" a los aficionados. "Necesitamos esa fase de madurez, porque si vieras a un equipo pasota o a jugadores que no van a entrenar, pero es todo lo contrario. Hay demasiada ansiedad porque no nos pueden marcar o porque no podemos fallar ocasiones", detecta el entrenador.
A pesar de que fue la victoria más amplia en dos meses y medio, el partido contra el Erizana dejó "sensaciones encontradas" en Fernando Currás. "Jugamos contra un rival, que a veces se nos olvida, con sus virtudes y sus defectos. Era un equipo que vimos desde el primer minuto que no le importaba dejar gente arriba, apretando, y en ciertos momentos anárquico y con buen toque de balón. Eso nos permitió llegar con relativa facilidad. Otra cosa es meterla", puntualizó.
"En la primera media hora -recuerda sobre el duelo contra los de Baiona- creamos ocasiones claras sin elaborar mucho por las facilidades defensivas que nos daban, pero, si no estaban atrás, es porque estaban arriba, entre nuestros medios. Dejaban a gente descolgada en nuestro campo, que ante cualquier robo o pérdida de balón, nos obligaba a estar alerta. No fue un peligro constante, pero a veces no hay que hacer mucho para meternos gol".
Al técnico de la UD Ourense no le gustó cómo acabó la primera parte: "Empezamos mejor que acabamos. Parece que se nos viene el mundo encima a la primera ocasión que nos crean. Estamos ansiosos, más de lo que me gustaría, y agarrotados. Tuvimos esa fase de no estar cómodos y el rival lo percibe y se viene arriba. Dejamos de hacer lo que estábamos haciendo bien y así acabamos el primer tiempo".
En el segundo, agrega Currás, emergió Alfredo con un extraordinario gol. "Nos puso por delante con una de sus virtudes, que es inventar cosas que otros no son capaces. Sin hacer un buen partido, porque estaba intermitente y no le salían las cosas, con su nos ponemos por delante y, en vez de darnos tranquilidad, entramos en una situación de ansiedad y el rival, que ya había empezado el partido con poco que perder y a la desesperada, multiplicó esa sensación y nos hizo pasar malos minutos".
Con los cambios, el técnico de la UD Ourense buscó proteger más el centro del campo y matar con las transiciones, pero tuvieron que esperan a los últimos minutos para celebrar los tantos de Aitor y Hugo. "Ya jugamos a lo que pedía el partido, con más seguridad en el medio y a hacer daño con otro tipo de fútbol con gente más descolgada. Acabó el partido con un 3-0 que para nada dice que fuera fácil, pero ahí está. Nos fuimos con la portería a cero, ganándole a un rival al que había que ganarle, y que vimos lo que nos costó".
