La Unión Deportiva Ourense gana con automatismo fabril. Ayer despidió el triplete de duelos provinciales con un pleno de nueve puntos. Es la séptima victoria consecutiva en el estadio de O Couto, que le sirve para seguir a rebufo de un líder que no tropieza y para alejar en dos puntos al Sanxenxo. En la fórmula de las últimas semanas prima la seguridad. El caudal de ocasiones se ha reducido y el gol se limita a explosiones de talento. Ayer le tocó a Fran sacarse de la chistera el tanto que tumbó a un Nogueira que fió a una defensa a ultranza sus opciones de puntuar.

La UD Ourense se ha abonado a los golazos. En una primera parte sin ocasiones y escasa intención ofensiva, los unionistas se fueron al descanso en ventaja gracias a una volea de Fran Martínez que se alojó en la red a punto de llegarse a la media hora. El de Verín cazó un rechace tras un saque de esquina en el balcón del área y soltó la pierna derecha para un golpeo que sorteó a defensas y portero. Sale una de cada muchas y tocó ayer para deleite de la afición ourensanista.

Poco trabajo más tuvo el meta Miguel Gándara, que a los diez minutos comprometió su portería en una salida a los pies de Alfredo. Se le escapó el balón mientras se deslizaba y el extremo lo recogió y, sin apenas ángulo, intentó una rosca por alto que fue al larguero.

El partido no cambió con el tanto El Nogueira sostuvo su repliegue esperando una contra y las acometidas de la UD Ourense. No sucedió ni lo uno ni lo otro. Lo intentó el lateral Josu en un par de carreras pero le cerraron el paso. No había espacios para progresar ni fluidez para descolocar la barrera blanca. Tras el descanso siguió mandando la táctica.

El Nogueira refrescó el ataque con Jota por Lobo y se adelantó Esteban. En la UD Ourense, Aitor apuntaló el centro del campo y Carlos entró por Jony para tratar de desbordar por la izquierda. Los minutos se consumían sin ocasiones para el empate ni para la tranquilidad. Carlos y Alfredo llegaron dos veces a la línea de fondo, pero el último pase no llegó al rematador. El portero del Nogueira no volvió a intervenir hasta el minuto 83, cuando se lució para desviar un cabezazo de Adrián a centro de Durán, en la opción más clara para sentenciar. Tres minutos después, Aitor llegó al área, pero su potente disparo cruzado se le escapó por poco. El Nogueira dio un postrero paso al frente, pero no remató a puerta, como en todos los minutos anteriores. Las reconstrucciones empiezan desde atrás, y ese consuelo es innegable. Las distancias en la clasificación son muy salvables y, cuando tenga a todos sus futbolistas, la misión será viable si se comporta con la entereza de ayer.