La grada de Río del estadio de Balaídos permanecerá cerrada para el partido que el Celta y el Atlético de Madrid disputan mañana, a partir de las 16:15 horas. A última hora de la tarde de ayer lo anunció el Concello de Vigo, a través de una nota oficial, en la que se argumenta que la clausura temporal de este graderío obedece a la imposibilidad de garantizar la seguridad de los espectadores después de que en una inspección técnica de las obras de remodelación se descubriesen piezas defectuosas en la estructura de la nueva techumbre que viene montándose en las últimas semanas. El Celta respondió a la nota de las autoridades locales advirtiendo de la imposilidad de poder reubicar a los 8.600 abonados de Río y a los 400 que adquirieron entradas para esa grada, con capacidad para 12.000.

"Nuestro primer objetivo es velar por la seguridad de los espectadores, por lo que el gobierno de Vigo acata las indicaciones técnicas que obligan al cierre de esta grada durante el encuentro Celta-Atlético de Madrid. Este partido se disputará en Balaídos, pero con la grada de Río inhabilitada", subraya el Concello en la nota de prensa, antes de añadir: "Los técnicos confirman que se trata de un defecto de fabricación de las esferas, que no tienen nada que ver con su montaje", se apunta en referencia a las 13 barras metálicas que soportan parte de la cubierta que se soltaron y obligaron a retirar el módulo central de la nueva estructura.

El pasado martes, tras conocerse este percance, el alcalde Abel Caballero se mostró confiado en la celebración del Celta-Atlético de Madrid:"Creemos que se podrá jugar el encuentro". Ayer por la tarde, el Concello anunció la clausura del mayor graderío de Balaídos, donde además se ubican los medios de comunicación: "Son los técnicos los que determinan que es preciso cerrar la grada".

Las obras de la reforma de Río ya impidieron que se abriese para los amistosos de verano ante el Udinese y el AS Roma, además del que hace dos semanas se jugó ante el Pachuca. Entonces, se produjeron protestas de muchos socios afectados. La situación se agrava ante el mayor interés que despierta un partido de Liga ante el Atlético de Madrid, uno de los equipos españoles con mayor número de seguidores.

El Celta respondió a la nota del Concello con un comunicado en el que se declara "totalmente ajeno a esta decisión y lamenta los inconvenientes, trastornos y molestias que esta circunstancia les causa a abonados y aficionados que no podrán asistir al partido". Además, el club subraya la imposibilidad de reubicar a los afectados para el partido de mañana: "Dado que no hay entradas a la venta y el aforo está completo es totalmente imposible afrontar la reubicación de los abonados". Por último, el Celta anuncia que "las taquillas del estadio permanecerán, por lo tanto, cerradas este sábado".

La grada de Río es la más populosa de Balaídos, con una capacidad de 12.000 espectadores, según fuentes del club, de los que 8.600 son abonados del equipo celeste. La media de asistentes es de 7.500 aficionados, pero ante la visita del Atlético de Madrid se espera una mayor afluencia, incluso con posibilidades de que se roce el lleno.

A los problemas para reubicar a esos 9.000 aficionados, se unen las dificultades técnicas para trasladar en apenas un día a Tribuna todo el dispositivo de los medios de comunicación, que incluyen las cámaras fijas de televisión que retransmiten los partidos de LaLiga en directo, las líneas telefónicas para las emisoras de radio y los pupitres para los periodistas de los medios locales y de los estatales que en gran número acompañan al equipo rojiblanco en sus desplazamientos.

El Atlético se mostró comprensivo con el Celta y anuló las 600 entradas que le habían ofrecido para sus aficionados. Pero no hay acomodo para 9.000 aficionados del Celta, que en febrero pasado tuvo que suspender el partido contra el Real Madrid por las uralitas de Río que se llevó el temporal.