El Ribeiro sigue siendo un hueso para la Unión Deportiva Ourense. En sus tres visitas al campo de O Souto, el conjunto ourensanista solo ganó un amistoso. Fue derrotado en la liga del año pasado, en la que tampoco le pudo ganar en O Couto y, ayer, en la ida de la primera eliminatoria copera, los de Fernando Currás salvaron el empate. Es un campo sin fútbol. La brega a toda pastilla lo devora todo y los errores se agigantan. Hubo uno por bando y solo así pudo abrirse paso el gol. El 6 de diciembre, O Couto decidirá el pase a cuartos.

El Ribeiro superó a la UD Ourense en el primer tiempo en el campo y en el marcador. Toti aprovechó un desajuste defensivo tras una jugada a balón parado para desequilibrar un partido claustrofóbico. El equipo que mejor dominaba el escenario estuvo un paso por delante en intensidad e intención. Tuvieron los de José Luis Vázquez dos ocasiones más para ampliar la diferencia. En el 21, Isma se anticipó a Tito Currás, encaró desde la izquierda al meta Samuel y remató sobre el larguero. Más clara resultó la del 25, cuando el portero carballiñés, que debutaba esta temporada, tuvo que alargar el brazo para desviar un disparo de Álex que envenenó un defensor.

Los unionistas torturaban a pelotazos a Unai y Adrián y casi no llegaron con claridad al área defendida por Pablo. El meta local solo tuvo que atajar un cabezazo suave de Julio Martínez en una estrategia y mirar cómo se le escapaba un disparo con intención a Unai, que con Adrián se fajó en un combate desigual con la zaga del Ribeiro.

Tras el descanso, la UD Ourense ganó más duelos individuales. Fueron entrando los cambios y, aunque les seguía costando mucho generar una oportunidad para empatar, se jugó más en el campo de un Ribeiro que optó por proteger la ventaja. En el 60, el lateral Fran se anticipó a Unai cuando se disponía a rematar un centro de Xurxo, uno de los destacados en sus primeros minutos de la temporada caído a la banda derecha.

Ya en el 76, Adrián puso un balón en el área al que no llegó la defensa y que sorprendió a Pablo a media salida. Alfredo no dejó pasar la oportunidad de irse del portero y darle una alegría a los numerosos aficionados que una tarde más acompañaron al equipo. Solo en el tramo final afloraron más fisuras. En el 87, Adrián y Unai pelearon un balón en el área que acabó en un remate sencillo para Pablo y, en el 89, a Alfredo se le fue a un palmo del poste un remate con el interior. Ya en la prolongación, Samuel estuvo atento, como en todo el partido, para salir a los pies de Casares evitando que hubiese más movimientos en el marcador.