El exportero ourensano del Real Madrid y de la selección española de fútbol, Miguel Ángel González Suárez, reconoció ayer sentirse muy honrado por la concesión del premio "Ourensanía 2017" por parte de la Diputación de Ourense. "Me ha emocionado. Me lo comunicaron ayer (por el jueves) y todavía no lo he asimilado", señalaba en relación a un reconocimiento honorífico que reciben aquellos ourensanos o personas vinculadas a la provincia que han destacado en sus facetas profesionales, sociales o intelectuales.

El jurado destacó los éxitos deportivos cosechados por Miguel Ángel, entre los que se encuentran ocho títulos de liga, cinco de Copa del Rey y dos de Copa de la UEFA, pero también su "humildad y bonhomía", lo que le produce un especial orgullo. "Es bonito que se valore todo. Los éxitos deportivos se consiguen con trabajo, pero me quedo con el sentimiento que tengo por Ourense, que lo he llevado siempre como estandarte por donde he estado", aseguró.

A pesar de marcharse muy joven a Madrid, Miguel Ángel sostiene que nunca ha perdido el vínculo con sus orígenes. "Siempre tengo claro de donde vengo y quien soy. Siempre lo he tenido como un orgullo", apunta. "Por muchos años que han pasado, todavía mantengo el acento", bromea.

En una mirada atrás, el exfutbolista se muestra satisfecho de los logros conseguidos, tanto en el ámbito deportivo, como en su posterior vinculación institucional al equipo blanco, en el que ejerció las funciones de delegado, preparador de porteros y encargado de la Ciudad Deportiva. Solo se le resistió la Copa de Europa. "Todo ha cambiado mucho. No es que fuéramos mejores, que había grandes jugadores, pero las competiciones son diferentes. Antes, desde el primer partido jugábamos eliminatorias, lo que implica dificultades extra. Ahora se ha ganado en espectáculo, pero antes era más difícil llegar a una final".

En cuanto al ámbito domésticos, aunque no llegó a militar en Club Deportivo Ourense, Miguel Ángel lamenta su pérdida. "Desde lejos he vivido esa situación desgraciada. Perder la categoría es un mal paso, pero desaparecer en terrible. Se quiere recuperar lo que no creo que sea recuperable, pero se ve con ilusión a la gente que lleva ese nuevo equipo. Si hacen bien el trabajo y tienen paciencia, creciendo año a año, deseo que estén de nuevo en las categorías de antes. Será difícil porque hay mucha competencia y grandes equipos", augura.