Este jueves se cumplen tres años del primer partido de liga que disputó la Unión Deportiva Ourense. Dos de los titulares aquella tarde en el campo de Os Remedios, Diego Soto y Xaco, fueron homenajeados el pasado domingo en el estadio de O Couto, en los prolegómenos del tercer encuentro que los unionistas juegan en Preferente.
Diego Soto se ha incorporado a la estructura del club como coordinador de la cantera, mientras que Xaco, que anotó tres goles en el primer domingo de liga, ante el Razamonde, ha dejado el fútbol "de todo". Algún equipo trató de convencerle, pero sus últimos minutos en activo fueron los 90 que disputó contra el Taboadela, el último en ligas provinciales que disputó la UD Ourense después de tres ascensos.
Los aficionados que se congregaron en O Couto le tributaron un caluroso aplauso, después de que el presidente, Modesto García, y el tesorero, Eladio Pérez, le entregasen una placa en reconocimiento a su contribución desde la primera piedra. Xaco mostraba ayer su agradecimiento a la que ha sido su afición estas tres temporadas, al recordar las sensaciones que tuvo al pisar el césped de paisano. "Estoy muy agradecido por el cariño que nos dio la afición. Ahorca toca disfrutar del equipo, que es un equipazo", subrayó.
A Xaco le gusta mucho el grupo de futbolistas que ha confeccionado la UD Ourense. "En todas las líneas hay jugadores con experiencia en categorías superiores, con alguna excepción. Es una plantilla muy buena, aunque el peligro está en rivales como el Caselas, que en campo grande no son peligrosos, pero cuando juegan en el suyo si lo serán". El exjugador considera que de casa pocos puntos se escaparán, por lo que la suerte de la temporada dependerá del botín exterior. "Es clave sumar fuera lo máximo posible, porque en O Couto, con el público empujando, se sumará mucho. Fuera, los otros se cerrarán, y ya sea un equipo bueno o malo, te complica mucho".
Al mirar atrás, a Xaco, que fue el primer unionista en llegar a los 100 partidos y será por mucho tiempo el que más minutos ha jugado, le queda la satisfacción de haber arrimado el hombro cuando todo era incertidumbre. "Me queda el recuerdo de haber ayudado a levantar el equipo. Fuimos a por el proyecto todos los compañeros y fue complicado porque son categorías en las que nadie quiere jugar. Jugamos en campos embarrados, hubo que ponerse el mono de trabajo y me quedo con lo que se consiguió. Con la ilusión de la gente y con el cariño de toda la afición".
En su paso al lado, aunque promete que cada quince días estará en la tribuna para "disfrutar de la grada y animar siempre", a Xaco le gustaría que los orígenes de la UD Ourense siempre estuvieran presentes en momentos de zozobra: "Es importante saber de donde se arranca, que todo se hizo desde la nada y desde la grada. Los aficionados que lo empezaron siguen ahí en la directiva, pero cuando ya no estén o entren otros nuevos, coja quien coja el equipo tiene que saber cómo se empezó. Lo que hace el equipo es la afición y es la que tiene que decidir", concluyó.
